Las dos nuevas salidas que se presentaron en el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) ratifican que el ente atraviesa una de sus peores crisis.
En los últimos días, Beverly Hernández y María Fernanda Jiménez presentaron las renuncias a sus puestos como vicepresidente y directora, respectivamente, en la Junta Directiva de la entidad.
En el caso de Hernández, fue concisa ante sus autoridades sobre el motivo de la salida: el caos que vive la institución.
“Conservo la esperanza de que se interprete mi cese como una señal de alerta ante la actual crisis por la incapacidad institucional de presentar datos precisos sobre la contabilidad tarifaria que impide satisfacer requerimientos de los entes reguladores”, lanzó Hernández en el documento de renuncia que DIARIO EXTRA tiene en sus manos.
“A su vez tampoco justifica al interno de la organización la construcción de la estrategia que garantice la sostenibilidad de la prestación del servicio en el mediano y largo plazo”, puntualizó.
La ex vicepresidenta, que presentó su dimisión el 1 de agosto, admite que no fue fácil tomar la decisión de marcharse, sin embargo, no puede seguir trabajando bajo una línea cuando hay directrices que quieren irse por otro camino.
“La complejidad y cantidad de trabajo extra entregado a esta faena parece no capitalizarse en resultados, en el logro de los resultados y la implementación de cambios con la celeridad requerida para el logro de objetivos, para demostrar con datos el cumplimiento del mandato recibido el día de juramento, el 28 de junio de 2023 en la Casa Presidencial”, aseveró.
“Considero que es prudente de mi parte, en virtud de un profundo análisis realizado sobre el riesgo institucional y la consecuente responsabilidad que me corresponde, comunicarles con mucho dolor mi renuncia. No es lo que deseo por cuanto creo fielmente en la institucionalidad y la noble labor del servidor público, pero es lo que debo hacer (…) este tema es medular y pone en evidencia las deficiencias en el engranaje entre las diferente áreas estratégicas y operativas de la institución”, puntualizó Hernández.
Por su parte, la exdirectora María Fernanda Jiménez fue más romántica a la hora de presentar su salida porque no le lanzó sus dardos a la administración encabezada por Alejandro Guillén.
“Aunque mi deseo sería poder continuar en esta posición, luego de un profundo análisis, llego a esta decisión, que no ha sido fácil de tomar, pero siento que es la más adecuada en este momento de mi trayectoria profesional, por lo que decido aportarle al país desde otros flancos. Confío que esta administración pueda atender las debilidades de la organización, asumir los retos que esta enfrenta actualmente y garantizar la sostenibilidad del derecho humano al agua a los costarricenses”, manifestó en su carta.
Una adjudicación millonaria para un proyecto de abastecimiento en la Uruca fue el detonante para que, tanto Hernández como Morales, determinaran dejar sus puestos en el AyA debido a que el cartel no incluía multas ni penalidades contra la empresa constructora. Ambas votaron en contra de la licitación, según el acta.
Estas dos renuncias se suman a la de Pamela Castro, quien semanas atrás dejó su puesto como subgerente de Sistemas Periféricos del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados con una carta que llevaba fuertes cuestionamientos sobre la administración actual.
Incluso la misma entidad reconoció que aceptaron la renuncia de Castro porque estaban en contra de sus argumentos.
En las próximas horas el AyA expondrá su posición sobre las nuevas salidas.