¿Cómo en un país que todavía no sale de la pandemia, inmerso en una crisis económica sin precedentes, con una tasa de desempleo del 18% y la amenaza de nuevos impuestos, se impulsan proyectos de este tipo?
Esto es lo que se preguntan los empresarios de la industria alimentaria tras conocer el proyecto de ley de la diputada verdiblanca María José Corrales, el cual consideran terminará de hundir a las empresas familiares de capital costarricense, lanzando años de esfuerzo a la basura.
Tienen claro que de implementarse el sello negro las ventas caerían nuevamente, lo que consideran un nuevo golpe para quienes apenas se recuperan y han hecho todo lo posible por mantener en pie la planilla y no cerrar sus puertas.
Decir que sus productos son nocivos para la salud a criterio de estas empresas sería mentirle al consumidor y generaría un aumento en los costos de producción al tener que cambiar el empaque y botar inventarios.
Además ven al proyecto de Ley 22.065 como un desincentivo para los emprendedores y la creación de nuevas empresas.
DIARIO EXTRA extrajo algunas de estas declaraciones de videos que circularon este fin de semana, en los cuales los empresarios expresan su descontento con la iniciativa.
También hacen un llamado a los diputados a oponerse a ese proyecto de ley y buscar otros que más bien fomenten la reactivación económica, en lugar de retrasarla.
Juan Malavassi / Helados Malavassi
“Llevamos 36 años produciendo helados en el país, hechos a base de leche en polvo, azúcar y frutas. Estamos muy preocupados por la ley que están haciendo. Ese sello negro va en contra del esfuerzo que hemos hecho mi familia y yo junto con mis colaboradores. Decir que mi producto es nocivo para la salud es una mentira flagrante. Pedimos respetuosamente a los diputados que piensen bien lo que van a hacer. Muchos no somos grandes marcas”.
Macarena Aragón/ Manjares del Sur
“Comencé vendiendo en la escuela y el colegio, de boca en boca se mantuvo el negocio. Me agrupé con dos mujeres emprendedoras, éramos seis, pero con la pandemia solo quedamos tres. Estamos preocupados por el sello negro porque estaríamos mintiendo a los clientes al decir que es dañino para la salud. Son productos de calidad y cumplimos con todas las normas del Ministerio de Salud. Somos un negocio pequeño y ha costado mucho esfuerzo mantenerlo a flote”.
Johanna Víquez / Instamasa
“Esta empresa la fundó mi papá hace 35 años, 90 familias trabajamos aquí en San Rafael de Alajuela. Hacemos harina de maíz que es la masa, producimos snacks y desarrollamos proyectos en la zona de San Carlos y Puntarenas. Si me obligan a poner un sello negro, ¿cómo podré vender al gobierno o al Estado? No podría ayudar al deporte, al arte y la cultura. Los productos hechos con maíz son fuentes de nutrición, decir lo contrario es mentir al consumidor”.
Luis Diego Soto/ Turrones de Costa Rica
“Somos una empresa nacional que utiliza productos del agro como el maní, la miel de abeja y el azúcar. Con este proyecto de ley quieren destruir lo que he fabricado por 34 años. Ese sello ‘sanitario’ es mentir a los consumidores en cuanto a que los productos son dañinos para la salud y tendremos una afectación en publicidad y promociones porque seremos satanizados. Nos van a poner la pata encima otra vez porque será más difícil vender nuestros productos. ¿Si cierra la planta ustedes ven a decirle a la gente dónde va a trabajar?”.
Freddy Quesada / Siropes La Mundial
“Somos una empresa familiar creada por nuestros padres. Hacemos bebidas gaseosas y azucaradas, somos costarricenses, orgullosamente alajuelenses. Nos tomó años de vida lograr 50 años en el mercado y me tomo el atrevimiento de hablar por las pequeñas empresas del país para decir que no nos arruinen. Tengan conciencia, piensen en las pequeñas industrias que hemos hecho fuerte a este país. Hago el llamado a todos, pero especialmente a los diputados representantes de la provincia de Alajuela”.