En caso de que usted escuche hablar de Francisco Chavarría Garita pocos le sabrán decir a ciencia cierta de quién se trata, pero si se menciona “La Purruja” con pelos y señales podrán recordar chistes, frases y hasta indirectas que por años le ha tirado al gobierno costarricense y algunas empresas desde 1960 cuando salió por primera vez.
Paquito, como muchos lo conocen de cariño, fue llamado ayer a ocupar un lugar al lado del Señor dejando un vacío muy grande no solo entre sus compañeros de La Prensa Libre sino también en aquellos hombres y mujeres que compartieron con él en El Grupo Extra.
Su hermano Jorge Chavarría, mejor conocido como Kokín, fue el encargado de llevarlo hasta la que fuera su última casa laboral y cuando el dejó de trabajar Paquito ocupó su lugar.
El era creativo de profesión y precisamente por esta razón fue contratado en el Decano Nacional en 1988, pero además tenía un humor muy fino el cual siempre quedó impreso en este personaje que por años le sacó una sonrisa a más de uno.
Además de laborar en esta que fue su última casa, también dejó plasmadas sus ideas en diarios nacionales como La República y La Nación. Y es que Chavarría no solo diseñaba sino que en algún momento le dio por tirarse al mundo de la publicidad donde ofrecía los anuncios y el mismo los diseñaba.
Su mesa de trabajo denotaba mucho su personalidad, pues estaba adornado con fotografías de Ava Gardner quien durante años fue su inspiración, siempre lo tenía bien acomodado y era de los trabajadores que llevaba el trabajo adelantado.
Quienes lo conocieron admiraban su forma de ser pues siempre tenía una sonrisa y una palabra cariñosa para todos sus compañeros, que era algo que él rescataba de la Prensa Libre donde afirmaba que no solo tenía conocidos sino que muchos eran como parte de su familia.
De hecho cuando el Decano cumplió 120 años de fundado él afirmó “Llegué a la Prensa Libre para no andar más en los caminos de los medios que antes había transitado, esta se convirtió en mi casa y me siento muy a gusto”.