Por décadas hemos visto como los diferentes partidos se han rasgado las vestiduras cuando se ventilaban los nombramientos del gobierno de turno y actualmente ya empezaron a darse a conocer algunos movimientos en el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) que son de alguna manera bastante sospechosos.
Precisamente, ante los hechos suscitados, se abrirá una investigación para dar con los responsables, porque no se trata de uno o dos puestos a dedo, sino de al menos 191 nombramientos de personal que están catalogados como irregulares.
A veces pareciera que la gente cree que puede hacer lo que le da la gana en las instituciones públicas, como si fueran bienes de nadie, pero se equivoca porque precisamente las luces de alarma se encendieron pues no se contaba con el debido proceso en la Contraloría General de la República.
El tema con estas designaciones en el Inder es que se movieron hasta funcionarios en propiedad para nombrar a las parejas sentimentales de otra cabeza de una institución pública como lo es la Comisión Nacional de Emergencias.
Se supone que cuando los colaboradores están nombrados en propiedad, empiezan a tener alguna tranquilidad de que no los moverán a antojo del jerarca de la institución, pero presuntamente en el Inder se rompieron todos los moldes. Es preocupante que siga ocurriendo este tipo de situaciones dentro de las instituciones públicas por dos cosas: uno porque se supone que el país está mal de dinero, entonces no hay que despilfarrarlo y menos con personas que muchas veces ni siquiera cumplen los requisitos para los puestos.
Además, se supone que se está trabajando para eliminar la corrupción, los amiguismos y todas esas situaciones anómalas que se vienen criticando desde hace varias décadas, pero a veces pareciera que la gente no aprendió nada al ver los allanamientos por Diamante y Cochinilla.
Si bien es cierto la investigación se va a llevar a cabo desde la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, es justo y necesario que se tomen los insumos necesarios de estas comparecencias. Si hay que acusar a alguien y llevarlo a juicio que se haga, pues si dejamos de pasar estas acciones la gente sigue con la misma cantaleta.
Por favor, ya los ciudadanos costarricenses estamos hartos de las excusas, la negligencia e inobservancia de los burócratas que piensan que todavía nos chupamos el dedo. Es ilógico que sigan pretendiendo tomarnos el pelo, como si ahora no fuera tan fácil darse cuenta de esos chanchullos.
Como siempre las cabezas de la institución se sacuden y dicen que la denuncia no es como la pintan. Expresan que más bien le hicieron un favor a la entidad para que pudiera seguir funcionando, sin embargo, solo las investigaciones nos dirán si todo fue a derecho o hubo mano peluda. Las personas deben entender que quien logra un puesto en una institución es para llegar a servir al país y no para servirse, debemos trabajar un poco más en ese amor por Costa Rica donde todos busquemos el bien común para cada uno de los pobladores y no el beneficio particular o familiar, como sucede en muchos casos.