Soy un hombre soltero de 24 años. Mi familia es de la Zona Sur, y este fin de año tuve que trabajar así que la pasé en San José. Soy muy tímido, no tengo novia y amigos muy pocos, por lo que estuve todo diciembre solo y me sentí muy mal. El problema conmigo es que no sé cómo hacer amigos y menos cómo “entrarle a una mujer”. En la oficina tengo más de cuarenta compañeros solo en mi departamento y siempre estoy como aislado.
La dificultad para establecer relaciones interpersonales tanto con hombres como con mujeres es muy común en nuestra sociedad. Al inicio estas personas se refugian en sus vínculos familiares, sin embargo, en ocasiones hasta con los de su misma familia se mantienen relaciones distantes.
Es común que estas personas sean calladas, tímidas, y que hasta sienten ansiedad o vergüenza al interactuar tanto con desconocidos, como con quienes comparten el diario vivir, como compañeros de trabajo, vecinos, y allegados en general. Es decir, aun cuando tienen oportunidades de sobra para socializar y crear vínculos hay ciertas limitaciones internas que impiden una adecuada interacción.
Con el tiempo se va condicionando un estado de soledad creciente, llega el momento en que su mundo se resume a los familiares con los que además mantiene relaciones distantes, esta lejanía le evita la ansiedad que le genera lidiar con otros. Muchos se acostumbran a vivir así mientras que algunos anhelan una vida con amigos, pareja y esto los motiva a buscar ayuda profesional.
Aunque son muchas las causas que provocan este aislamiento progresivo, es común que tengan fuertes dificultades con las habilidades sociales, de tal forma que una parte del abordaje terapéutico consiste precisamente en desarrollar estas habilidades, con lo cual suele resolverse buena parte del problema.