Un grupo de profesionales del Hospital Fernando Escalante Pradilla de Pérez Zeledón tiene que pasar la extensa jornada laboral en las afueras del hospital debido a que la directora del centro médico les impide ingresar a laborar si estos no se vacunan contra Covid-19.
La medida fue adoptada desde principios de año, es decir, los profesionales de la salud tienen al menos 6 meses llevando sol, lluvia, frío y calor sin tener, a la fecha, una respuesta por parte de la directora del centro, la Dra. Joicy Solís Castro.
Uno de estos casos es el de doña Teresita Cespedes Jiménez, quien es auxiliar de enfermería, tiene 32 años de laborar para la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y que, pese a haber recurrido al sindicato, a denuncias ante el Ministerio de Trabajo donde le han dado la razón de la injusticia laboral e incluso a instancias del Colegio de Médicos y Cirujanos, luego de que un especialista le diagnosticará consecuencias si se inoculaba con la vacuna, y hasta a instancias judiciales como el Juzgado de Trabajo del Primer Circuito Judicial de San José, Sección Primera, lo cierto es que no le han permitido la reinstalación.
DIARIO EXTRA conversó con la profesional mientras hacía su jornada laboral en las afueras del hospital, donde, a pesar de que no la dejan ingresar siempre cumple con su horario laboral y lleva una bitácora para que el día de mañana no se diga que fue por su culpa al no llegar a laborar, sino del centro hospitalario, el cual no le permite ingresar.
“Cuando llego la pandemia y las inoculaciones, yo comencé a cuestionar si era bueno o no e hice preguntas, mis jefaturas hicieron caso omiso, siguió el proceso hasta que empezaron a abrirme un expediente disciplinario y nos llevaron a una charla de vacunas, pero lo que hicieron fue un resumen de la historia de las vacunas en el mundo, pero no de las dos vacunas que estaban trayendo al país”, señaló Teresita, a quién le continuaron el proceso que hoy la tiene a las afueras de su trabajo.
INSTANCIAS JUDICIALES
El caso se llevó a instancias judiciales, pero pese a que jueces de la República dictaminaron en favor de Céspedes, en la institución médica, por orden de su directora, se rehúsan a cumplir el ordenamiento jurídico.
“El caso se llevó al Juzgado de Trabajo de San José y fueron acogidas las medidas cautelares por dos jueces de la República para reinstalación inmediata y, sin embargo, hicieron caso omiso”, dijo doña Teresita.
TRABAJADORA DESPEDIDA
Otro caso es el de Luisa Aguilar, Trabajadora Social de dicho centro médico que sufrió el despido por no inocularse, pues ella consideraba que las explicaciones sobre la veracidad de la vacuna contra el Covid-19 no eran las mejores, por lo que, tras abrir un expediente administrativo, la despidieron.
“Andrea Barrientos me dice que había un decreto ejecutivo que decía la obligatoriedad de vacunarse, me mandaron a una charla sobre la vacuna y donde me enteré que había otras personas que al igual que yo tenían discrepancias con la inoculación de la vacuna, yo no quedé satisfecha con las respuestas que recibí de la charla, pues no fue lo esperado.
En agosto me abrieron el proceso disciplinario por no haberme vacunado y hubo vicios en mi proceso, donde, por ejemplo, mi jefatura fue juez y parte, pues fue la que abrió el proceso y también fue la que dictó la sanción y el despido”, dijo Aguilar.
NEURALGIA FACIAL
Laura Rojas es auxiliar de enfermería y, de la misma manera que doña Teresita y Luisa, también está a la espera de que se resuelva la incertidumbre, pero, a diferencia de las demás, a ella sí le hicieron reacción otras vacunas.
“Me dio una neuralgia facial, me dijeron que me tenía que vacunar y yo lo único que quiero es que, si me inoculo, que alguien se haga responsable de lo que me ocurra, que se me hagan los exámenes necesarios que determinen si me puedo vacunar o no, pero como no se me hicieron los exámenes el 22 de febrero de 2022 me dijeron ‘preséntese a la oficina de la Supervisión’ y simplemente me sacan y desde entonces he estado aquí”, advirtió Rojas.