Los recientes cuestionamientos por los financiamientos de su campaña no le quitan el sueño a Rodrigo Chaves Robles, candidato presidencial del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), quien manifestó que no le teme a nada.
Chaves conversó en Voto Extra de Extra TV sobre dichos cuestionamientos, las últimas encuestas y el panorama que enfrenta el país previo a la elección de este domingo.
A continuación, un extracto de la entrevista.
El TSE abrió una investigación para determinar la situación actual del fideicomiso que financia su campaña. Recientemente se esparció el rumor de un posible allanamiento. ¿Cuánto golpea eso a su imagen?
-No le temo absolutamente a nada, pueden ir a mi casa (para allanar), hasta les puedo dar café. ¿Saben por qué? Porque no tengo nada que ocultar. Sí es preocupante que José María esté empujando al Poder Judicial a tomar una acción mediática para tratar de arruinar la campaña nuestra, así como lo hizo con esos videos ofensivos. Digo que sería un evento sin precedentes en Costa Rica porque cuando el PAC estuvo cometiendo fraude, del que lo acusaron y a Liberación también, nunca hubo allanamiento, pero yo soy nadie, yo soy muy humilde como para decirle al Poder Judicial que haga o no alga algo como ciudadano, ni mucho menos como presidente.
Se habla de una campaña de estructura paralela. ¿Considera que eso es ilegal?
-Se habla de campaña, de estructura paralela. Ustedes saben que algo para que sea paralelo tuvieron que existir dos cosas al mismo tiempo. Nosotros cerramos el fideicomiso antes de que iniciara la campaña, ahí no puede haber paralelismo porque no existieron al mismo tiempo ni la estructura de fideicomiso, ni la campaña. Estamos hablando de $130.000. Nosotros gastamos en la campaña ¢240 millones, José María gastó ¢5.000 millones o ¢6.000 millones. Esto es el ruido de una desesperación que se los está carcomiendo y que Dios los perdone.
¿Puede garantizarles hoy a los costarricenses que el dinero que financia la campaña de Rodrigo Chaves es 100% lícito?
-Garantizo viéndolos a los ojos a los costarricenses que todos los actuares y las actuaciones de nuestra campaña del grupo de estudio que estuvo anterior ha sido absolutamente consistente con la ley de la República de Costa Rica y con los principios básicos de honorabilidad y transparencia. Los veo a los ojos, me comprometo.
Históricamente cuando alguien financia campaña recibe a cambio un puesto político. ¿En qué se diferencia usted de José María Figueres?
-Uuuh… le dijo el lobo a Caperucita. En todo. No ando en aviones secretos volando a una isla del Caribe diciendo que fui como expresidente con un avión pagado por un donante político a un empresario panameño sin avisar antes, sin decir qué fui a hacer y sin decir qué traje. Tenemos todo transparente, de hecho, el fideicomiso se hizo para hacerlo transparente y filtrar que solo dinero muy limpio pudiera entrar y así pudimos recoger $135.000. No sé el PLN, ustedes conocen las historias de financiamiento. Eso es como comparar elefantes con ardillitas.
¿Cómo se prepara para enfrentar los días previos a la segunda ronda?
-Francamente uno tiene que trabajar muy duro cuando se mete en estas lides. Uno pasa todo el día en reuniones escuchando, pero tengo una paz sobre estas elecciones. A mí no me quita el sueño, más bien me da tristeza ver que la acera del frente recurre a videos que explotan el suicidio como una moneda de cambio electoral y política. Eso me da tristeza. Yo con mi Dios y mi familia, mis compatriotas, estoy sumamente en paz.
Usted lidera la mayoría de las encuestas. ¿Cómo se lograría traducir ese apoyo en votos?
-La gente sabe que en este país el cambio es urgente, es indispensable y la gente sabe que darle las llaves del carro a quien nos trajo aquí, que es en contubernio entre Liberación Nacional y el PAC, que cogobernaron juntos durante muchos años, eso sería un gran desastre para el país y que el cambio no puede ser caminar para atrás. Si usted ve las encuestas hay una pagada por el diario El Observador, que es propiedad de Gerardo Corrales, de Antonio Álvarez Desanti y de otros liberacionistas prominentes que publican una encuesta que está totalmente fuera del juego. Las otras encuestas están jugando en el centro de la cancha y la encuesta esta que publicó El Observador está sentada en gradería del sol.
Hay un porcentaje de indecisos muy alto. ¿Cómo atraerlos a su tendencia de aquí al 3 de abril?
-Lo que hemos venido haciendo: una campaña limpia, de ideas, una campaña donde no se está repartiendo un botín político. Fíjese en los nombramientos de don José María. Ya él sobrevendió el avión: todos los asientos de los puestos políticos y liderazgo en el gobierno ya tienen tres personas con el pase de abordaje y se van a sentar en el mismo asiento. Así no se hace política. La gente no sabe que nosotros no hemos estado en situaciones como las que ha estado José María. Nosotros no hemos cerrado el ferrocarril, no hemos quebrado bancos como hizo él, no sacamos de la agricultura a la viabilidad económica.
¿Cuál será su agenda fiscal? ¿Habrá más impuestos?
-No. No va a haber más impuestos. Le voy a decir por qué. Seamos francos. Nosotros como país cuando le decimos que hay un desbalance fiscal, déficit primario y secundario, lo que están haciendo es enredándolo. Desde los años 90 el pacto Figueres-Calderón, siguiendo con Óscar Arias y el Plan Escudo, el Gobierno de la República gastó mucho más de lo que recibía. Es decir, tarjeteó para gastar de lo que recibía, comprometiendo el futuro de sus hijos y el suyo.
Cuando estuvo en Hacienda surgió el plan de gravar salarios superiores a ¢500.000. ¿Cuánta garantía hay que planes como este no volverán?
-Eso no ocurrió, no se presentó al Congreso. Fue en una conversación en momentos de pandemia, cuando no sabíamos si íbamos a darle de comer a la gente o importar hidrocarburos; no sabíamos como cualquier guerra en qué iba a parar esto y en cuánto tiempo, y todavía no ha parado. Fui ministro de la República, no de un gobierno PAC porque nunca he sido PAC. PAC es Liberación y José María.