En el mundo cerca de 450 millones de personas fallecen de muerte súbita, siendo una de las principales causas en varios países desarrollados. Sin embargo, en Costa Rica no se tiene datos precisos de esta estadística.
A pesar del robusto sistema de salud costarricense, posicionado por delante de varios países latinoamericanos, Gabriela Castillo, de la Asociación Costarricense de Cardiología, señala que presenta un fuerte rezago en esta materia si se compara con los demás países.
“En el país tenemos solo datos puntuales de poblaciones, por ejemplo, de forenses y estadísticas del día a día. Tenemos colocación de desfibriladores, pero un registro nacional de muerte súbita no existe.
Estamos sumamente distanciados de España, que a su vez dentro de Europa está también rezagado. ¿Qué ha sucedido en Costa Rica? Que la iniciativa que pudo cambiar esto fue rechazada de manera unánime por la Asamblea Legislativa”, declaró.
Según las estimaciones, la tasa de supervivencia a nivel global está entre un 2% y un 11%, no obstante, en países desarrollados puede llegar hasta un 30% y, de acuerdo con estimaciones de la Asociación, en Costa Rica la sobrevida puede rozar ese 2%.
“Se necesitan varios aspectos, tanta educar a la población como potencializar la colocación de desfibriladores externos automáticos (DEA) en puntos estratégicos.
Tenemos gente que ha sido resucitada de un episodio porque tenemos claro que si las paradas cardiacas son de origen eléctrico arrítmico, es esa descarga que proporciona el desfibrilador lo que va a cambiar el pronóstico del paciente”, explicó.
La colocación de DEA en puntos como estadios, teatros, centros educativos y otros permitiría atender con mayor velocidad a los pacientes, cuya expectativa de supervivencia disminuye según el tiempo que transcurra tras el incidente.
Castillo especificó que el margen de tiempo es de aproximadamente 5 minutos, sin embargo, entre más pasan los minutos, más riesgo corre el paciente de sufrir consecuencias como daño cerebral, por ejemplo, a pesar de salir con vida.
¿QUÉ ES?
La muerte súbita cardiaca consiste en la alteración e interrupción inesperada de toda la actividad cardiaca.
La respiración y el flujo sanguíneo se detienen de inmediato en cuestión de segundos, mientras la persona que en apariencia es sana queda inconsciente y muere.
La muerte súbita cardiaca no debe confundirse con un infarto, ya que la primera tiene como causa principal una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, mientras que un infarto de miocardio a menudo va asociado a dolores agudos durante horas, sudoración, dolor en el pecho y las víctimas no presentan pérdida de conocimiento.
¿QUÉ PIDEN LOS EXPERTOS?
• Iniciar registro de muertes súbitas en Costa Rica.
• Crear unidades hospitalarias para la atención de pacientes en riesgo y hacer más fácil su acceso a terapias, así como educación y apoyo a familiares.
• Creación de “espacios cardioprotegidos” con dispositivos DEA de fácil acceso en caso de que alguna persona sufra daño cardiaco que conlleve a muerte súbita.
• Organizar a familiares de pacientes con diagnósticos de riesgo para apoyo conjunto y mejor conocimiento del problema.
• Apoyar a los patólogos forenses para tener una mejor capacidad de diagnósticos complejos mediante autopsias especiales (moleculares, genéticas, imágenes), con acceso a EDUS.
• Crear una estrategia de apoyo a familiares de pacientes que no sobrevivieron a una muerte súbita cardiaca.