Una auditoría realizada por la Contraloría General de la República (CGR) evidenció una serie de deficiencias en los servicios de hospitalización a adultos mayores.
El informe DFOE-BIS-IAD-0002-2024 fue presentado por la División de Fiscalización Operativa y Evaluativa del Área de Fiscalización para el Desarrollo del Bienestar Social de la CGR.
En concreto, se pretendía conocer qué tan fácil era la hospitalización en los centros médicos: San Juan de Dios, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, México y el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes.
Para ello, se valoraron aspectos clave en la atención integral a los mayores de 75 años, quienes presentan más riesgos de funcionalidad y pérdida de independencia.
También, elementos sobre la capacidad, como personal especializado, equipamiento básico e infraestructura.
Así, se determinó que “el servicio de hospitalización para las personas adultas mayores no es eficaz en cuanto a la atención integral y la capacidad hospitalaria”.
Además, hay diferencias en cómo se da la atención entre cada nosocomio y, en algunos casos, se aleja de los estándares internacionales.
El informe detalla que los tiempos de espera y la cobertura han empeorado, lo que pone presión sobre los hospitales, debido a una demanda creciente.
Al respecto, se encontró que solo el 20% de la totalidad de pacientes mayores de 75 años que estuvieron internados fueron valorados por personal especialista en geriatría, lo cual, según la Contraloría, “es crítico por los riesgos propios de esa etapa de la vida”.
MÁS QUEJAS
Por otra parte, la CGR precisa que el tiempo promedio de atención dura más de la cuenta.
Así, para cirugías de cataratas fue de 276 días, lo que supera la referencia internacional de 95, para este tipo de procedimientos.
Asimismo, el de hospitalización, para quienes requieren de intervención quirúrgica por fractura de cadera, ha venido en aumento de manera global en los nosocomios nacionales, pues pasó de 10 días, en el primer semestre de 2022, a 12, en el mismo periodo de 2023.
“Esto es relevante, pues cada día adicional aumenta el riesgo de complicaciones. Se detectaron 102 casos de pacientes que permanecieron en los hospitales, tras recibir su alta médica, con tiempos que oscilan entre los 2 y los 39 días, lo cual implica mayores riesgos de salud, el incremento en los costos de hospitalización y evidencia circunstancias de abandono o limitaciones en la red de apoyo familiar.
De estos casos, más de la mitad se presentaron en el Calderón Guardia y el menor número en el Blanco Cervantes, donde a diferencia del resto, se brinda acompañamiento preventivo desde el ingreso del paciente”, explica el documento.
TRASLADOS
En cuanto a los traslados temporales de pacientes internados a otros establecimientos de salud, el estándar no se cumple en el Blanco Cervantes, pues no cuenta con Unidad de Cuidados Intensivos, Servicio de Emergencias de tiempo completo, ni algunas especialidades médicas, de forma que acuden a hospitales generales con mayor frecuencia.
Lo anterior, según la Contraloría, refleja que el centro médico especializado en la atención de la población adulta mayor no cuenta con la capacidad necesaria para proveer una atención integral.
Como aspecto, positivo destaca que las tasas de suspensión de procedimientos de cirugía oftalmológica y ortopédica presentan porcentajes máximos del 5% y 9%, respectivamente, por debajo del estándar de 16%.
POCA CAPACIDAD
Otra de las conclusiones es que, la capacidad hospitalaria es insuficiente para atender las necesidades de esta población.
En particular, no se ha conformado un equipo de servicio interdisciplinario de geriatría, además, en dos de las tres redes de servicio de salud no se alcanza la tasa mínima de un especialista en ese campo, por cada 5.000 adscritos y la ratio de dos pacientes por profesional de enfermería.
Tampoco se cumplió en las Unidades de Cuidados Intensivos en dos de tres de los centros médicos generales, lo cual limita la calidad de la atención que reciben los hospitalizados.
Además, se evidenció que el personal médico y el de enfermería recientemente no han recibido cursos en materia geriátrica, a excepción de quienes laboran en el Blanco Cervantes.
Finalmente, no se cuenta con información sobre el equipamiento necesario para la atención, sumado a la ausencia de acciones para identificar y eliminar las barreras de acceso físico en la infraestructura, lo que afecta la atención que recibe una población que enfrenta mayores dificultades de movilidad.
¿QUÉ SIGUE?
A partir de lo señalado, la CGR dispuso a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) implementar acciones para contar con un servicio adaptado a las necesidades de los adultos mayores en el mediano plazo, completando un equipo de geriatría en cada nosocomio nacional general.
Igualmente, exigieron equipamiento básico necesario junto con diseño y monitoreo de las hospitalizaciones de esta población.
Otro punto contemplado es cerrar la brecha de personal de enfermería en los servicios de Cuidados Intensivos y subsanar barreras de acceso físico en la infraestructura.
A ESPERAR
A pesar de ser una población vulnerable y que va en aumento, la CCSS estima sacar una licitación para construir un hospital geriátrico hasta 2026.
Y como si fuera poco, el inmueble estaría listo entre 2031 y 2032, es decir, los adultos mayores tendrán que esperar, al menos, ocho años más para tener un nuevo centro que los atienda, eso, si no se atrasa el proceso licitatorio y existen trabas de carácter administrativo o legal.
Así lo aseguró en mayo Susan Peraza, directora de Planificación de la institución, a DIARIO EXTRA.
“La Caja tiene 358 proyectos esperando financiamiento. El portafolio tiene un costo de más de ¢2 billones y la disponibilidad de recursos se tiene que distribuir equitativamente”, dijo.
El costo preliminar sería de ¢200.000 millones.
“La licitación saldría entre 2026 y 2027. Dadas las prioridades, se están analizando las capacidades de las unidades ejecutoras y el financiamiento, esa es la meta.
Además, buscaríamos acelerar el proceso de expropiación de los terrenos y eso nos ayudaría para hacer los estudios de terrenos y hacer diseños.
Los proyectos tienen fase de preinversión, que es bastante compleja y factible para la institución. Aparte, hay normativa del Mideplán (Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica), que se debe cumplir, ellos lo tienen que revisar, también debe ser analizado por comisiones técnicas, junta directiva y todo eso complica los tiempos.
Estimamos que la construcción del hospital empiece entre 2028 y 2029.
Normalmente los proyectos de esas complejidades duran dos años o más, depende de los proveedores y esperamos que esté listo entre 2031 y 2032.
Eso es una proyección, porque no tenemos el cronograma definitivo para darle una fecha exacta”, agregó.
Actualmente, el Servicio de Urgencias del Hospital Nacional Geriátrico atiende a más de 150 pacientes diarios, pese a que su capacidad es de 40.