En mis tiempos de escuela cuando se anunciaba la visita de un presidente al pueblo, todo era una fiesta. Todos se preparaban para darle un gran recibimiento porque la gente siempre estaba a la espera de escuchar las buenas nuevas, es decir, anunciar algún proyecto para la comunidad que genere progreso.
Si a usted le asignaron una tarea, antes de presentarse a las clases se supone que tiene que llegar con la tarea completa y terminada. Pues bien, el pasado 16 de abril de 2024, se anunció la visita del presidente de la República Rodrigo Chaves, a la provincia de Limón, propiamente al cantón central.
La esperada visita era para anunciar la construcción de la megamarina y terminal de cruceros para la provincia. Pero cuál fue la gran sorpresa de los limonenses que llegaron para escuchar las supuestas buenas nuevas; resulta ser que el presidente no había ni empezado a hacer la tarea, eso sí, ya había anunciado que ese proyecto generaría 23.000 empleos.
El acto público se enfocó principalmente en tratar temas como: “trabas para Limón”, y desde dicha perspectiva el presidente dirige una andanada de ataques contra la Contraloría General de la República y también contra la Asamblea Legislativa, y no dejó de darle duro a dos diputados de la provincia.
El pueblo limonense no necesita de más promesas ni de más trabas. Se pensaba que el presidente Chaves venía con todo listo, simplemente era de ponerle la firma y vámonos, a como pintan las cosas esto va para largo.
Dicen que los trámites administrativos de la megamarina, Japdeva, la Contraloría y la Asamblea Legislativa pueden llevar un buen tiempo sobre el escritorio, o sea, no es un proyecto de la noche a la mañana.
Limón sufre de un rezago en materia económica, laboral, falta de oportunidades, la inseguridad en las calles es tremenda, por otro lado, hace falta un hospital nuevo, porque el viejo cuando llueve hay goteras por todo lado, sobre la ruta 32 y el Zurquí cuándo, las necesidades son como de un pueblo abandonado.
Los limonenses desde buena mañana estaban entusiasmados esperando escuchar las buenas nuevas, no importa, en español o en inglés, y la verdad los volvieron a vacilar. El presidente no había empezado la tarea como para ir a hacer una plaza pública. Un detalle, el proyecto de la marina no es un tema nuevo, llevan más de diez años hablando de lo mismo todos los gobiernos.