La salida de un alto directivo de la Cámara Nacional de Exportadores (Cadexco) debería ser una señal de alerta para el sector, con miras a revisar si hay algo mal a nivel interno.
Sea uno, dos o tres, desde ya hay una manifestación de disconformidad con el manejo de una organización que hasta hace poco nunca había dado nada de qué hablar.
Desde el cambio en la presidencia ejecutiva, empezaron a surgir noticias que ensombrecen la labor de una de las principales cámaras empresariales de Costa Rica.
Es una crisis por la que han atravesado antes otras organizaciones de este tipo, al salirse uno y otro agremiado por considerar que ya no concuerda con sus valores ni representa sus intereses. Las empresas exportadoras deberían preguntarse si este tipo de noticias las benefician, pues al final lo que se daña no es la imagen de una u otra compañía, sino de todo un sector de la economía.
Se trata de un nicho que ya ha sido bastante golpeado por noticias negativas asociadas a la contaminación de contenedores con droga como que para ahora se diga que la organización que los representa ha perdido prestigio.
Al primer semestre de 2023, las exportaciones de bienes sumaron $9.061 millones, cifra que supera en $1.728 millones las exportaciones del mismo periodo de 2022 y eso representa un crecimiento de 24%.
Hoy es uno de los motores más importantes de la economía nacional. Entonces, guste o no, episodios como el de la piña rosada generan una nebulosa.
Quienes integran dicha Cámara no deberían tener cola que les majen y aunque estamos conscientes del principio de inocencia, al ser los mismos exportadores lo que exigen respuestas, la cosa cambia.
Si bien la familia de quien aún es presidenta de Cadexco negó que la plantación de piña “Pinkglow” fuera para comercialización, la duda ya estaba sembrada.
Para abonar al hecho, la Cámara hoy está representada por empresarios de bajo perfil, siendo tan importante la vinculación con los medios de comunicación y el levantar su imagen.
Cadexco siempre ha sido un referente, una de las voces más fuertes y críticas del sector empresarial, pero de unos meses para acá reina el silencio y las acciones para posicionar a la organización son mínimas.
Solo emitir los buenos deseos a un directivo que emite un fuerte reproche a la Cámara no debería bastar.
Más bien, quienes quedan en puestos de liderazgo tendrían que revisar si lo dicho por este directivo lleva algo de verdad.