Para muchos acceder a un crédito personal o de vivienda es emprender un largo camino de trámites que se complican por la imposibilidad de cumplir con los requisitos de las entidades bancarias.
Sin embargo, para Kimberly Araya, dueña de un salón de belleza, fue un poco más sencillo lograr el préstamo para contar con su propio local comercial.
Ella pagaba junto con su esposo ¢400.000 mes a mes entre el alquiler del inmueble y los recibos de los servicios públicos, pero una vez que obtuvo su crédito el desembolso mensual se redujo casi a la mitad.
“Queríamos algo propio, siempre pensamos en algo propio y estuvimos buscando a ver dónde podíamos buscar un crédito. Hablamos con muchísima gente, bancos y otras empresas, los requisitos eran demasiados para nosotros que éramos emprendedores”, contó Araya.
El crédito lo obtuvo a través de la Fundación Costa Rica-Canadá (FCRCAN) que pone como uno de los requisitos principales demostrar que recibe dinero de forma continua, por los servicios o trabajos que realiza.
“Lo que necesitamos comprobar es que la persona pueda pagar y quién puede pagar, un asalariado por supuesto, pero también puede pagar alguien que sin ser asalariado reciba ingresos, por comisiones, por trabajos específicos, alguien en un empleo formal o incluso podría ser alguien que esté en el sector informal de la economía”, explicó Kathiana Aguilar, de la FCRCAN.
La Fundación tiene créditos hipotecarios de vivienda con una tasa del 12% y personales hipotecarios con una tasa del 18%, si la garantía a aportar es donde habita la persona o del 20% si es una garantía adicional.
Además, indican que a cada cliente se le realiza un preanálisis personalizado, valorando la actividad a la que se dedica y los respaldos aportados.
REQUISITOS
• Certificación de un contador público
• Facturas que respalden la actividad económica
• Estados de cuenta bancarios o movimientos Sinpe que certifiquen los ingresos constantes