La corta vida de un niño de cinco años estuvo cargada de agresiones físicas y sexuales, así lo describieron las autoridades en el inicio del juicio por la muerte del menor ocurrida en mayo del 2019 en Sabanilla de Alajuela.
El pequeño llegó a Costa Rica junto con su madre de apellido Marroquín y su padrastro apellidado Pérez, luego de que solicitaran refugio en el país procedentes de El Salvador.
La pareja inició su relación en su país natal en 2018, mismo año en que decidieron pedir refugio en Costa Rica, inicialmente residieron en Hatillo, pero tres meses después se pasaron a Alajuela.
El cambio de territorio no significó un cambio en el estilo de vida del chiquito, pues las agresiones continuaron.
Según narró en la pieza acusatoria la representante de la Fiscalía de Alajuela, Floribeth Rodríguez, el niño llegó a suelo tico con una fractura del fémur izquierdo para la cual nunca recibió atención médica ni tratamiento, lo cual lo hizo dependiente de ambos adultos y muy vulnerable.
MALTRATO MÚLTIPLE
La fiscala coordinadora de Alajuela narró en la acusación una serie de agresiones físicas y sexuales que sufrió el pequeño por parte de quienes debían cuidarlo y amarlo: sus padres.
Dentro de lo citado se refirió a la grabación de tres videos con contenido sexual, producidos en febrero, marzo y abril, los cuales conservaban los adultos en sus teléfonos celulares.
Además, mencionó la agresión que el menor sufrió en mayo del 2019 y que le causó la muerte.
El jueves 9 de mayo del 2019, a las 6:00 a.m., agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hicieron el levantamiento del cuerpo del niño, quien falleció por una hemorragia intestinal provocada por un golpe, al parecer, propiciado con una pesa.
El impactante ataque se produjo en la comunidad de Caracha en Los Ángeles de Sabanilla, donde detuvieron a Marroquín y Pérez.
Pese a que el levantamiento del cuerpo se dio a tempranas horas, el pequeño tenía entre 4 y 8 horas de haber muerto, de acuerdo con la declaratoria de fallecimiento por parte de Cruz Roja.
El golpe con la pesa se habría efectuado la noche anterior, pero sus padres no lo llevaron al centro médico para que recibiera la atención que requería.
El reporte del OIJ sobre la causa de la muerte indica que el niño tenía una lesión en el abdomen que le causó una hemorragia en el intestino, así como lesiones antiguas en las costillas y el fémur.
ACUSACIÓN DE FISCALÍA
La Fiscalía mencionó que las personas coimputadas tuvieron una clara intención de acabar con la vida del pequeño vulnerable y dependiente sometiéndolo “a maltratos físicos y sexuales continuos”.
“El día 19 de febrero del 2019 al ser las 16:32 horas encontrándose la persona menor de edad ofendida en su casa de habitación bajo el cuido y vigilancia de las personas justiciables, estos últimos valiéndose de la minoridad y la vulnerabilidad de la persona menor de edad ofendida, sacando provecho de su posición de autoridad sobre el menor agraviado, ambos acusados actuando de común acuerdo y con el claro fin de fabricar material con imágenes de abuso sexual infantil para poseerlas en sus aparatos celulares, desnudaron al agraviado, lo colocaron de pie debajo del marco de una puerta y siendo filmado de espaldas obligaron al menor agraviado a que posara con las piernas abiertas, colocara su mano izquierda en la cabeza y que introdujera uno de sus dedos de la mano derecha dentro de su ano y que hiciera movimientos circulares con la cintura y que pronunciara frases como ‘qué rico, qué rico’”, cita Rodríguez.
Esta misma situación se presentó el 23 de marzo del 2019 a las 11:30 a.m. El 14 de abril del 2019 a las 8:32 p.m. hubo otra grabación sexual.
“Colocaron al ofendido de pie frente a una de las paredes de la vivienda, vistiendo únicamente una pantaloneta y siendo filmado de espaldas obligaron al menor a colocar su mano izquierda en la cabeza e introducir su mano derecha debajo de la pantaloneta que vestía a la altura de su ano y hacer movimientos de subir y bajar su cuerpo, tipo sentadillas”, leyó en la acusación.
La fiscala adujo que las agresiones físicas se dieron desde diciembre del 2018 hasta mayo del 2019, e indicó que ambos adultos obviaron su responsabilidad de cuido y sometieron al pequeño a un deterioro con un alto y evidente grado de desnutrición.
Añadió que los justiciables agredieron al niño causándole una serie de lesiones.
“Trauma de tórax y abdomen con laceraciones de yeyuno y de mesenterio, múltiples hematomas pequeños delgados y cutáneos en la región abdominal, cicatrices planas en región intraclavicular izquierda, región pectoral izquierda, región torácica anterior derecha, región de hipocondrio izquierdo, fosa iliaca izquierda y hacia región inguinal, fractura completa localizada en la unión del tercio medio con el tercio anterior de la octava, séptima y sexta costilla del lado derecho con presencia de callo óseo con evolución de 8 a 10 semanas, fracturas completas verticales localizadas en el tercio posterior de la octava, novena y décima costilla izquierda con formación inicial de callo óseo y una evolución aproximada entre 3 y 4 semanas”, indicó.
Y añadió “fracturas localizadas en el tercio de la sexta y sétima costillas izquierdas con presencia de gruesa formación de callo óseo con una evolución de 6 a 8 semanas, trauma de cabeza con hemorragia subconjuntival de 0,5 centímetros de diámetro en ángulo medial en el ojo izquierdo”.
El pequeño tenía lesiones también en la región mandibular, nasal, labios y frenillo, también traumas con escoriaciones parcialmente cicatrizadas en escapulas derecha e izquierda, y en región lumbar. Otras heridas en los codos, manos, dedos, piernas, glúteos.
Ante esto, la Fiscalía acotó que “le provocaron la muerte por síndrome de menor agredido con trauma abdominal, laceraciones de yeyuno y de mesenterio y de peritonitis aguda, hecho que se suscitó entre las 21:30 horas del 8 de mayo y las 5:30 horas del 9 de mayo del año 2019”.
El Ministerio Público calificó legalmente la acusación de un delito de homicidio calificado, tres delitos de fabricación de pornografía y uno de tenencia de material pornográfico.
TESTIGOS
En el juicio dieron su testimonio Marta Arróliga y su hija, quienes ayudaron en varias ocasiones a la familia de salvadoreños.
Doña Marta dijo que ella les colaboró dándoles comida y consiguiéndoles trabajo.
Narró que una vez vio una lesión en el menor de cinco años, “le levanté la manita y tenía quemado, ella me dijo que ‘uy no, que anda quemadito’ y me dijo que el bebé sacó una tortilla del sartén para dársela al papá”.
No obstante, la señora expresó al tribunal que nunca vio que los adultos agredieran al chiquito o lo trataran mal.
En tanto, su hija narró al tribunal que vio golpeado al menor en dos ocasiones, la primera vez en la mandíbula, pero el niño le indicó que se cayó jugando con el perro.
En la segunda oportunidad cuando le vio algunos moretes, ella le preguntó si se había caído nuevamente y el pequeño con actitud nerviosa se volvió hacia donde su mamá y le dijo “¿verdad que sí?”, lo cual le pareció extraño.
La joven llamó al sistema de emergencias 9-1-1 en una ocasión mencionando que le parecía que agredían al niño para que se investigara, pero desconoce si dieron trámite a su denuncia.