Kenosha (AFP). Los policías involucrados en los disparos que hirieron gravemente al afroestadounidense Jacob Blake en agosto no serán procesados, anunció este martes el fiscal a cargo de este caso que reavivó la ira antirracista en Estados Unidos.
El Fiscal de Distrito del Condado de Kenosha, Michael Graveley, dijo que el oficial de policía blanco Rusten Sheskey tenía un temor legítimo de ser apuñalado cuando disparó varias veces a Blake por la espalda mientras éste intentaba subir a su auto.
\\\\\\\”Ningún agente de Kenosha será acusado (…) Basándonos en los hechos y la ley, hemos decidido que no se presentarán cargos\\\\\\\”, dijo Graveley en una conferencia de prensa.
Anticipándose a este anuncio, el consejo municipal declaró el estado de emergencia en esta ciudad de 100.000 habitantes en el estado de Wisconsin. También, 500 miembros de la Guardia Nacional estaban preparados para ser desplegados en caso de que estalle la violencia y los negocios de Kenosha cerraron los escaparates anticipándose a posibles disturbios.
Blake, de 29 años, fue baleado el 23 de agosto mientras sus tres hijos lo observaban cuando intentaba entrar en su automóvil. Gravemente herido, perdió el uso de sus piernas.
La escena fue filmada por un testigo y los agentes involucrados fueron suspendidos de sus funciones.