RÍO DE JANEIRO (EFE). – Nigeria intentará superar el cansancio de un viaje de última hora, la crisis por la reducción de las bonificaciones y la total renovación del equipo para evitar hoy en su debut en la Copa Confederaciones una sorpresa ante Tahití, la cenicienta del torneo, cuya meta es evitar una goleada.
Los campeones africanos llegaron a Brasil en la madrugada de ayer, con dos días de atraso y en la víspera de su estreno en la competición, debido a que algunos jugadores se negaron a embarcar el jueves en protesta por la decisión de la confederación nigeriana de reducir los premios prometidos para la Copa Confederaciones.
Además de la crisis y el cansancio, los africanos luchan por evitar una sorpresa de la teóricamente selección más débil del grupo, ya que los campeones de Oceanía tan sólo cuentan en sus filas con un jugador profesional, el atacante Mahama Vahirua, del Panthakikos griego.