Con solo 12 años, Gabriel Jiménez, nieto del célebre escultor costarricense Jorge Jiménez Deredia, dejó su huella en el prestigioso concurso The Voice Kids en Italia.
Su interpretación de “Let It Be” de The Beatles cautivó al jurado y a la audiencia, asegurándole un lugar en la gran final.
El talento de Gabriel no es casualidad. Según su abuela Giselle, esposa de Jiménez Deredia, su éxito es fruto de años de dedicación.
Así lo confirmó la periodista Glenda Umaña con una publicación en redes sociales con declaraciones de la abuela de Gabriel.
“Estamos muy orgullosos y felices. Gabriel vive para esto. Todos los días dedica dos horas con mucha disciplina a estudiar canto. Cantar es su vida. Jorge y yo estamos muy emocionados”, le comentó emocionada a la periodista.
Un talento con raíces costarricenses
Aunque Gabriel y su hermano gemelo, hijos de Esteban Jiménez, han crecido en Italia, su conexión con Costa Rica permanece intacta.
Cada año visitan Guanacaste, disfrutando de las ferias locales y recordando sus raíces.
The Voice Kids, la versión infantil del programa The Voice, se caracteriza por evaluar el talento vocal de niños y jóvenes entre los 7 y los 14 años.
En este formato, los jurados inician de espaldas, juzgando solo la voz antes de decidir si voltearse o no.
Gabriel impresionó tanto que obtuvo un “súper pase”, clasificándolo automáticamente a la final.
El programa, transmitido en el canal italiano Rai, contó con la conducción de la periodista Antonella Clerici, quien destacó con orgullo las raíces costarricenses de Gabriel y lo animó con un mensaje inspirador: “Soñar es gratis”.
Los jurados, figuras destacadas en Italia como Loredana Bertè, Arisa, Gigi D’Alessio y Clementino, no solo ovacionaron al joven talento, sino que lo llenaron de besos y abrazos tras su presentación.
En el video de su actuación, que ya circula en plataformas como YouTube, se observa la emoción de Gabriel al recibir el apoyo del jurado y de su familia presente en el estudio.
Un futuro prometedor
Gabriel no solo hereda el legado artístico de su abuelo, cuyas esculturas forman parte del Vaticano, sino también una disciplina y pasión que auguran un brillante futuro.
“Esteban (su hijo y papá de Gabriel) nos vio soñar en grande y ahora se lo transmite a sus hijos. La familia es una de las cosas más bellas y siempre hay que protegerla”, concluyó la abuela del joven.
Sin duda, este joven talento tico seguirá dando de qué hablar, llevando el nombre de Costa Rica a lo más alto.