Días antes de que el campeonato nacional de primera división sufriera los estragos del Covid-19, que obligó a la suspensión del certamen, algunos equipos tomaron decisiones importantes en cuanto a su cuerpo técnico.
Tres clubes decidieron mover los banquillos. Luis Marín salió de San Carlos y de inmediato llegó al Santos de Guápiles, ya que el conjunto caribeño terminó su relación con Johnny Chaves quien se fue a Pérez Zeledón, y el colombiano Carlos Restrepo fue el elegido para comandar a los Toros del Norte.
Un cambio de estratega en medio campeonato siempre es complejo, ya que cada uno debe adaptarse a lo que encuentre, debe tratar de imprimir su estilo con la competencia en marcha, no puede pedir refuerzos y es una carrera contra el tiempo.
A lo anterior se le suma que, si la dirigencia hizo, modificaciones, se debe a que los resultados no eran los deseados. En el caso de Marín, la irregularidad y el papelón en la Liga de Campeones de Concacaf le pasó factura, mientras que Santos está sumido en los últimos puestos de la tabla en esta campaña y se metió en problemas de descenso, por su parte Pérez Zeledón no levantaba cabeza.
Cada uno de ellos asumió el reto con la clara convicción de enderezar el camino de sus equipos, y cumplir con los objetivos, o al menos mantener viva la esperanza de luchar por ellos. No obstante, todo se complicó, cuando los mandaron para sus casas a cumplir con las oórdenes del Ministerio de Salud en la lucha contra la pandemia.
Ahora la principal incertidumbre de ellos, y de todos los que están involucrados en el torneo, es conocer la fecha en que se reanudará. Muchos confían en que el 13 de abril podrán hacerlo, pero eso solo lo determinará la realidad nacional que exista con el tema del virus.
LUIS MARÍN
El entrenador solo estuvo unas cuantas horas sin trabajo, ya que Santos lo fichó tras quedar libre. El timonel asegura que no es fácil, ya que su idea de trabajo se vio afectada, pero entiende que en este momento la prioridad es la salud.
“Es muy difícil el hecho de no trabajar en cancha, a los jugadores se les envía videos para que puedan mantenerse físicamente. Solo pude tener 3 o 4 entrenamientos con ellos, lo que dificulta aún más. El trabajo día a día es lo que le da claridad a uno para tomar decisiones”, apuntó Marín.
Agregó que el tiempo lo aprovecha para ver partidos de Santos, ya repasó al menos 10, mas o menos pudo definir los aspectos en que el equipo debe trabajar. Indicó que si mañana tuviera que jugar ya sabe cuál sería su alineación. Marín ni siquiera pudo debutar en el banquillo.
Carlos Restrepo
El colombiano es al que le tocó “bailar con la más fea”, pues no estaba inmerso en el torneo costarricense, debido a que se encontraba en el fútbol hondureño. Recuerda que solo trabajó una semana con el grupo y debió hacerle frente a un partido a puerta cerrada.
“Todo se trabaja vía internet, pero no es igual, ya que el contacto día a día es lo que nos ayuda a conocer mucho mejor a los jugadores, su lenguaje corporal, el aspecto táctico, técnico. Sería mentira decir que una semana nos alcanzó para evaluar esas cosas”, comentó.
De igual manera, mencionó que está en el país con uno de sus asistentes técnicos, pues no pudo viajar a Colombia con el resto de su familia porque las fronteras permanecen cerradas, por lo que aprovecha al máximo para estudiar los partidos anteriores del equipo. De igual manera, recalcó que, a pesar de la irregularidad, San Carlos tiene posibilidades matemáticas de clasificar, por lo que se enfocarán en eso.
Johnny Chaves
El entrenador regresó al equipo donde se dio a conocer en los banquillos, con Pérez Zeledón hizo grandes cosas y espera llevarlo por el mismo camino, pero al igual que sus colegas, deberá correr contra el tiempo.
“Nos afectó el parón. Sin embargo, el partido contra Saprissa me ayudó muchísimo, enfrentamos al mejor equipo de torneo y eso nos obligó a sacar lo mejor del equipo, el sello personal se pudo ver en algunos aspectos, obtuvimos información muy valiosa”, destacó el entrenador.
Considera que al reanudar el campeonato se verá una gran diferencia en asuntos de ritmo, pero afirmó que en los jugadores está ese deseo por volver a jugar, por demostrar que pueden hacerlo bien, “esa dosis emocional y de espiritualidad pueden propiciar un cierre bastante interesante”, expresó Chaves.