“Navidad es la fiesta que celebra a Jesús”

“Navidad es la fiesta que celebra a Jesús”A dos días de que llegue la celebración de la Navidad, la Iglesia Católica hizo un vehemente llamado a vivir la fiesta del nacimiento del Niño Jesús en el portal de Belén. Es en ese periodo donde creen que la gente se vuelve más solidaria, aunque temen que esa actitud sea pasajera únicamente para esa […]

A dos días de que llegue la celebración de la Navidad, la Iglesia Católica hizo un vehemente llamado a vivir la fiesta del nacimiento del Niño Jesús en el portal de Belén.

Es en ese periodo donde creen que la gente se vuelve más solidaria, aunque temen que esa actitud sea pasajera únicamente para esa fecha.

La Iglesia señala específicamente como el punto central de la Navidad al nacimiento de Jesús.

DIARIO EXTRA conversó con el sacerdote Fernando Muñoz, de la Parroquia de la Merced en San José, quien habló sobre el significado de la Navidad.

¿Cuál es el significado de la Navidad?

-Navidad es esencialmente una fiesta que celebra el Nacimiento de Jesús. Esto se ve en una triple dimensión: Navidad mira al pasado porque no es una fantasía o ilusión, sino que en la historia se dio un momento en el que Dios se encuentra con el ser humano. Mira el presente por la presencia en que se actualiza, es tomar conciencia de la presencia de Jesús en nuestra vida y mira al futuro porque Navidad nos dice que el Señor volverá. Si la gente vuelve a entender el sentido de pasado, presente y futuro, un acontecimiento que está en la historia, un acontecimiento que se actualiza en el aquí y el ahora y uno que nos abre el camino hacia el retorno del Señor.

¿Es la Navidad la época de mayor solidaridad de la gente?

-Lo más importante para la gente está siendo lo externo, lámparas, luces, arreglos, todo eso es muy lindo, pero lo importante sería que la Navidad signifique la alegría del corazón, la luz en mi vida, que me permita ser diferente, por ejemplo, a mí me llama la atención que la gente en este tiempo se hace más solidaria con el necesitado, pero solo en Navidad, y después es para dar regalos. Nosotros necesitamos una actitud de solidaridad y condición peor que la mía, es cómo puedo hacer para que el mensaje de Jesús se extienda durante todo el año, que sea algo que nazca del corazón.

Previo a la Navidad se da la etapa del Adviento, ¿en qué consiste?

-En todo el año litúrgico hay dos momentos que son preparaciones, y los dos momentos son para los dos acontecimientos más grandes que se dan en la vida de la Iglesia, el primero es Adviento y el otro es Cuaresma, que nos prepara para la fiesta de Pascua. En el Adviento hay preparación, que la gente piense en sí misma, que revise sus actitudes, se ponga en paz consigo misma, se ponga en paz con los demás, piense en lo que tiene y en los que no tienen porque todo el sentido del nacimiento de Jesús es un pesebre, en el que no tenían espacio donde la Virgen no tuviera dónde dar a luz. ¿Esto qué nos dice? La solidaridad de Jesús con el más pobre o el más pequeño.

En el Adviento se usan cuatro candelas, tres de ellas moradas y una rosada, ¿qué significan esos colores?

-El Adviento significa preparación. Cuando la Iglesia se prepara utiliza el morado porque es tiempo como penitencial, de orar por nosotros. Debe ser un momento de reflexión y recogimiento, de revisión de mis actitudes, mis propósitos, mis intenciones, cómo está mi vida conmigo mismo, mi familia, con los demás, en mi trabajo, eso es Navidad, es Jesús encarnado. Las dos primeras semanas se usa el morado, la tercera es lo que llama ‘gaudete’ que es un término latino que significa ‘gócense’. Es rosado porque se suaviza el morado penitencial y empieza a resonar el Nacimiento. El evangelio de ese domingo habla del Nacimiento que está próximo.

En Cuaresma los católicos dejan de comer carne, ¿qué tipo de penitencia se aplica para el periodo de Adviento?

-La mejor penitencia de Adviento es el compartir mis bienes y el ser solidario. Yo siempre creo que hay un punto de referencia, si yo me comparo con el que vive en una mansión, yo soy pobre; pero si me comparo con el que no tiene que comer, yo soy rico. Si veo a los que están en peor condición que yo, Navidad me estaría diciendo que yo estoy mejor y hay otros que están peor. Mi penitencia es ver cómo me solidarizo, cómo pienso en el otro y trato de compartir con el otro. Yo aprendo a morir a mí mismo cuando doy de mí lo que más me cuesta y en este tiempo lo que más cuesta es la plata.

¿Pero de qué me sirve a mí ayudar en Navidad cuando ya después del 2 de enero se me olvidó todo?

-Por eso, el ideal no es que Jesucristo nació el 25 (de diciembre) y el 26 ya todo vuelve a ser igual. Nació el 25 con nuevas actitudes, con nuevos propósitos, con nuevas intenciones, y esto solidariamente, especialmente cuando yo veo a los que están en peor condición que yo. ¿Qué hago yo el resto del año? Cuando empieza el Adviento, la gente es muy solidaria, ¿pero qué pasa con el resto del año? Si estoy conociendo a Jesús y celebro su nacimiento, ¿qué implica esto para mi vida? Debería implicar cambios.

¿Qué elementos son trascendentales para el cristiano en la Navidad y cuál es su importancia de mantenerlo vigente?

-La corona de Adviento es una, el verde que significa la esperanza, las luces es la luz de Cristo que nace y el sentido es que nos reunimos como familia para prepararnos en un acontecimiento. El portal es otro, si yo desde chiquito empiezo a ver el portal como símbolo de un acontecimiento. En el aspecto litúrgico son siglos de estar celebrando esto entonces la Iglesia empieza a celebrar el sentido del Adviento.

¿Cuáles son los principales cambios en el periodo de Adviento en relación con otros momentos del año litúrgico?

-La liturgia cambia un poco, por ejemplo, no se canta el Himno del Gloria, los textos son los anuncios proféticos y el cumplimiento de la promesa en el Evangelio de Jesucristo. Los altares están sin flores, sin arreglos y sin nada para que la gente se centre en lo más importante. El ornamento que usa el sacerdote es morado y dice que la Iglesia está en penitencia.

¿Qué simboliza la misa de Gallo?

-Generalmente era la noche del 24 al 25 de diciembre, cuando se celebra el acontecimiento de que Jesús puso los pies sobre la tierra.

Con respecto a la parte comercial, ¿creen que esto está alejando a las personas de las actividades religiosas para la Navidad?

-Sí claro. Entre nosotros la principal preocupación está en que la gente se deja llevar por una sociedad de consumo. Primero, la Navidad para el comercio empieza en octubre, para la Iglesia es hasta el 25, vea que curioso. La gente empieza a celebrar Navidad en todo lo que no es Navidad y cuando llega esta fecha, para la gente se acabó porque el comercio ya le sacó la plata, ya logró lo que querían. Esta es la diferencia entre un Jesús que nace en la vida y un Jesús que es simplemente externo. No es tanto comprar los regalos, sino compartir.

¿Qué puede hacer la Iglesia para que esta fiesta de Navidad haya una mayor participación religiosa?

-La gente debe entender que estar con Cristo no es cumplir con un día de la misa de Navidad, sino que es algo que incluye un modo de vivir permanente. Uno insiste constantemente en que se aprenda el seguimiento de Jesús, aprender los valores, su Palabra, sus actitudes. Para mí es que la gente entienda que Navidad es una sola cosa: Cristo.

¿Santa Claus o el Niño Jesús?

-Mi hermana dice que soy el señor Grinch. No me parece que un Santa, que es totalmente comercial, sustituya lo único que es importante en Navidad, Jesucristo, eso es todo. No estoy en contra del Santa, sino del Santa que desdibujó al auténtico San Nicolás porque ya es comercial. ¿Los regalos los trae Santa? No, los trae el Niño Jesús, nos decían a nosotros chiquitos. Eso está fatal porque es tan fuerte, tan fuerte la campaña del Santa y películas de todo, que tergiversan completamente el auténtico sentido de Navidad.

El San Nicolás sí existió. ¿Quién fue él?

-San Nicolás fue un obispo en Bari y que acostumbraba que para celebrar el misterio del Nacimiento de Jesús y que Dios se entregó y que el regalo más grande que le dio a la humanidad fue su hijo, entonces él empezó a repartir regalos para celebrar la alegría del nacimiento de Jesús, pero especialmente a los niños pobres y necesitados. El obispo San Nicolás es el que empezó con esto. Esta imagen la toman y empiezan a querer tratar de imitar la actitud generosa de San Nicolás de dar juguetes a los niños para celebrar el acontecimiento de Navidad, pero eso es lo que toma después el comercio y lo desarrolla a su manera porque si usted ve al Santa, ya no tiene las figuras del obispo.

Luego de Navidad, ¿qué sigue?

-Navidad termina con la fiesta de la Epifanía (6 de enero) y en donde el Bautismo del Señor es el primer día del tiempo ordinario, que es el tiempo de la esperanza y es cuando nos ponemos el verde. La esperanza es que el Señor vuelva.

La sociedad costarricense tuvo un año convulso en 2019 y se notó mucho pesimismo, ¿qué tanto pueden contribuir estas celebraciones para acrecentar la fe?

-El cristiano tiene que vivir de esperanza. No debe quedarse conformista y de brazos cruzados, no. Tenemos que luchar porque esta sociedad sea mejor, pero en medio de la dificultad nosotros nunca perdemos la esperanza porque el Señor es Señor de la historia y aunque están pasando cosas muy feas, desagradables y difíciles, Dios de hasta eso se vale para beneficio de nosotros mismos y no tenemos que perder la fe de que Dios está actuando.

¿Consideran que los momentos de mayor pesimismo es donde hay mayor fe?

-Estoy de acuerdo. En los peores momentos se ve quién es quién y el que decide, a pesar de las dificultades, mantener el seguimiento de Jesús, sale sumamente fortalecido y en los momentos más duros para la Iglesia es cuando más se ha fortalecido muchísimo más. Es cuando uno aprende a crecer y a desarrollarse como cristiano porque ser cristiano en los momentos bonitos es fácil.

¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir la Iglesia Católica para esta Navidad?

-Que vuelvan a Jesús, conozcan a Jesús y el hecho que hayan oído hablar de Él no significa que lo conocen. Volver a conocer a Jesús es hablar del lenguaje de Jesús, y estar en su experiencia. Lo puedo decir como dijo el Papa Benedicto XVI, nuestra conversión tiene que nacer de un encuentro con la persona de Jesús. El cambio en la sociedad nace del encuentro con la persona de Jesús y de ahí se desprende el resto.