Florida. (AFP)- El cohete SLS de la NASA, el más potente jamás construido, despegó desde Florida en medio de un ruido ensordecedor rumbo a la Luna, en la primera misión no tripulada del programa Artemis de la agencia espacial estadounidense.
El cohete se elevó con una gigantesca estela de fuego desde el Centro Espacial Kennedy.
La NASA confirmó luego que la nave iba en rumbo correcto hacia la Luna y publicó las primeras imágenes tomadas por la cápsula de la Tierra que se alejaba lentamente detrás de ella.
\”Lo que han hecho inspirará a las generaciones venideras, ¡gracias!\”, dijo Charlie Blackwell-Thompson, la primera mujer directora de lanzamiento de la NASA, al felicitar a sus compañeros de equipo.
El lanzamiento se produjo tras dos cancelaciones de último momento en los últimos meses, primero debido a problemas técnicos y luego los huracanas Ian y Nicole retrasaron el despegue por varias semanas. \”Este cohete ha costado mucho sudor y lágrimas\”, dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson. \”Nos permitirá volar a la Luna y volver durante décadas\”, aseguró.
Al igual que en los dos anteriores intentos fallidos de despegue, la NASA tuvo dificultades para llenar el cohete con combustible criogénico (más de 2,7 millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos).
Por la tarde se detectó una fuga de combustible de hidrógeno, altamente inflamable, en la base del cohete, lo que obligó a enviar a un equipo de técnicos a la plataforma de lanzamiento para repararla, deteniendo los preparativos durante una hora aproximadamente y provocando un ligero retraso en el programa original de despegue.
DE APOLO A ARTEMIS
Cincuenta años después de la última misión Apolo, este vuelo de prueba no tripulado, que sobrevolará la Luna sin aterrizar en su superficie, busca confirmar si el vehículo es seguro para llevar a una futura tripulación.
El lanzamiento marca el gran comienzo del programa Artemis -la hermana gemela de Apolo-, que quiere enviar a la primera mujer y a la primera persona negra a la Luna.
El objetivo es establecer allí una presencia humana duradera, como preparación para un viaje a Marte. La misión Artemis 1 está prevista para durar 25 días y le esperan todavía varias etapas delicadas
Inmediatamente después del despegue, los equipos del centro de control de Houston (Texas) relevaron a los técnicos. Al cabo de dos minutos, los dos propulsores blancos cayeron al océano Atlántico.