Bryton Daniel Cano Acuña es un ejemplo a seguir. Es un atleta con metas muy claras y resultados a la vista. Participa en esta edición de los Juegos Deportivos Nacionales y en salto alto logró la medalla de oro.
Más mérito merece si repasamos que tiene retardo leve, hiperactividad y autismo en nivel 1. Pero eso no le impide darlo todo con el equipo de San Ramón. Saltó un metro con 85 centímetros en categoría sub-20. La segunda casilla fue para su compañero José Vargas Ramírez (1,85) y la tercera posición para Arath Salazar Castillo, de Alajuelita (1,80).
Su mamá, Angie Acuña, no paraba de llorar al verlo con la medalla en su pecho y, mejor aún, por el hecho de que ella misma fue quien se la colocó.
“Esto significa mucho para mí como mamá. Mi primer hijo, el que me enseñó a ser mamá muy joven, donde muchas veces caí porque no sabía cómo llevar su hiperactividad y su autismo.
Donde tantas veces escuché cuando me decían ese niño no va a llegar a nada y véanlo campeón nacional de salto alto sub-20. Siempre al lado de mis padres y hermanos, que siempre les han dado a mis dos hijos todo el apoyo. También agradezco a sus dos entrenadores, Jessica y Andry, que lo han formado”.
Sobre esa sorpresa de ser ella la que le colocó la presea, contó toda la historia. “Sí, en verdad que para mí fue una sorpresa porque yo me encontraba trabajando acá en el City Mall (a la par del Polideportivo Alajuela 87, en Monserrat) y tomé mi hora de almuerzo para ir a verlo. La profe Jessica me dijo ‘vamos, esto le toca a usted’ y me dio su lugar para que fuera yo la que le entregara la medalla de oro. Puedo decir tuve el honor de ponerle ese oro en el pecho. Lloramos de felicidad, de ver lo largo que ha llegado, de todos los sacrificios que ha hecho”.
DESDE MUY PEQUEÑO A BRYTON LO RECHAZABAN
Por el retraso, la hiperactividad y el autismo, algunos vieron diferente a Bryton y lo rechazaban, tal como cuenta su madre.
“Bryton enfrentó el rechazo de fiestas de cumpleaños. Por su condición no lo invitaban, en la escuela, los primeros años fueron muy duros porque no lograba acoplarse al nivel educativo y, como no teníamos conocimiento de su condición, tuvo que repetir primero”.
Pero tenían que llegar dos ángeles a cambiar lo que pasaba y darle el lugar que este joven se merece.
“Fue hasta que llegaron la niña Guiselle Barquero y Fanny Guerrero que lo metieron en el deporte, ya que mi papá era atleta. Entonces la niña Guiselle lo metió un Olimpiadas Especiales y mi papá en el equipo de Atletismo de Pérez Zeledón y ahí voló Bryton. Encontró su fuerte, que era el atletismo y ahí ha ido cosechando medalla tras medalla”.
Esta orgullosa madre pidió que por favor mencionáramos a su papá, José Luis Acuña Elizondo, “quien ha sido un pilar enorme para que Bryton lograra esta medalla”.