El Museo de Jade, previsto para abrirse a mediados de este año, se encuentra en un proceso legal para expropiar un terreno que se está en la esquina contraria al edificio, para convertirlo en parqueo, pese a que al lado de este inmueble ya existe otro funcionando para ese fin.
Según una denuncia enviada a DIARIO EXTRA por parte de los afectados, desde que se comenzó a construir el Museo, el Instituto Nacional de Seguros (INS) le puso el ojo a dos negocios de comida, que a pesar de no estar al lado del edificio se encuentran en la misma cuadra. Inicialmente, Guillermo Constenla, presidente del INS, aseguró que todo se había tratado de un error, información que consta en una carta enviada al dueño de los locales comerciales.
Ahora, sin más razones que un cambio en el diseño inicial de obra, el jerarca justificó la decisión de volver a afectar las dos propiedades de un taiwanés.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica le cuestionó al jerarca por qué insisten en la compra de lotes para hacer ese tipo de infraestructura cuando al lado del museo ya existe una propiedad que le pertenece a la Fundación Arias y que en este momento funciona como parqueo público. Al respecto, jerarca aseguró que el terreno es muy grande, de manera que segregar y expropiar solo una parte del lote es más complicado legalmente que hacerlo a la propiedad en cuestión.
No obstante, los afectados creen que el INS no quiere es quitarle terreno a la Fundación, por pertenecerle al expresidente Arias, quien fue el que puso a Constenla a dirigir la empresa de seguros, puesto que ha mantenido desde entonces.
VERSIONES ENCONTRADAS
Lo que más molesta Yu Cheng Lin Wu, administrador del inmueble, quien además es hijo del propietario, es que el “adicional” que ahora busca construirse en este espacio, ni siquiera colinda con el Museo, por el contrario, el mayor beneficiario con el proyecto sería la Fundación Arias, quien es su vecino directo.
“Nosotros sabemos que detrás de esto hay algo más, porque primero Arias le pidió a mi padre que le donara el terreno a la Fundación, situación que no aceptamos. Luego nos la quiso comprar por un monto muy inferior a su valor ($200 mil). Ahora es el INS quien quiere expropiar y convertirnos en parqueo. Esto está muy raro.”, explicó Lin.
En este momento, el proceso se encuentra en el Tribunal Contencioso Administrativo y serán los jueces quienes determinen si las pruebas presentadas por Lin demuestran un posible tráfico de influencias entre la Fundación Arias y el INS para hacerse de los dos locales de comida ubicados en la manzana.