Una mujer luchadora, con deseo de seguir adelante desde que nació, sin importar el dolor ni el sufrimiento que le causaban la enfermedad epidermólisis bullosa distrófica (EB), (más conocida como \”piel de mariposa\”) murió ayer jueves por la mañana, a las 6:50 a.m., en casa de sus padres, en La Trinidad de Moravia.
Con una respiración lenta y sus ojos cerrados, rodeada de sus padres y hermanos, así se apagó la vida de Diana Ojeda Herrera.
Dicha enfermedad causa dolorosas lesiones, llagas en el cuerpo y, de cada 100 mil personas en el mundo, dos la padecen.
Los médicos dijeron a la familia que la mayoría de los pacientes con este padecimiento logran llegar apenas a los 20 años, pero ella, gracias a su lucha, alcanzó los 30.
Incluso, su historia y fotografía se encuentran desde setiembre de 2016 en la galería del Centro de Enfermedades Huérfanas de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
César Ojeda, hermano de Diana, contó que ni siquiera fue esta enfermedad la que se llevó a su “hermanita”, sino el cáncer de piel.
“Mi hermana era una persona que nunca en su vida supe yo que se quejara, a pesar de las heridas y sufrimientos que tenía constantemente. El EB no solo le destrozaba su piel a lo externo, también a lo interno, pero ella nunca se quejó, por el contrario, siempre tenía una sonrisa”, manifestó.
Uno de los mayores deseos de Diana, según dijo su hermano, era saber qué se sentía estar dentro del mar, sin embargo, por su condición, nunca pudo saberlo, pero sí conocerlo, sin recibir sol.
“Ella le decía a uno que se debía seguir adelante, luchando, y, por su forma de ser y de hablar, reflejaba que Dios estaba con ella, solo con el hecho de tener que soportar las heridas en su cuerpo. Yo nunca escuché a mi hermanita decir que no valía la pena seguir viviendo, de hecho, logró vivir hasta los 30 años, hasta hoy (ayer)”, externó el familiar.
César recalcó que las personas generalmente se quejan de pequeñas cosas, por ligeros rasguños, porque el tiempo está feo o porque el sol salió radiante, pero personas ejemplares como su hermana, por el contrario, dan gracias a Dios por la vida.
El funeral de Diana Ojeda se llevará a cabo hoy a partir de las 10 a.m. en la iglesia San Vicente, en Moravia centro y, a las 11:30 a.m. se continuarán sus honras fúnebres en el Campo Santo La Piedad, en el mismo cantón.
Sus padres, hermanos y otros familiares invitan a todos los amigos de Diana para que los acompañen, pues saben que era una persona muy querida.