Montevideo. (AFP) – El expresidente de Uruguay e ícono de la izquierda, José Mujica, descartó viajar al exterior para recibir tratamiento por el tumor de esófago que se le detectó y agradeció las muestras de apoyo que recibió dentro y fuera del país.
El exmandatario, de 88 años y con vasculitis, una enfermedad autoinmune, reveló el lunes que tiene un tumor en el esófago con pronósticos \”muy comprometidos\”.
Este miércoles se notó su ausencia en el acto del 1º de mayo de la central única sindical Pit-Cnt. Pero acudió al asado que normalmente organizan sus seguidores en esta fecha, muy cerca de su casa en las afueras de Montevideo.
\”Agradecido a toda la gente que me ha llamado, infinita, de Uruguay y del exterior, y lo que me han ofrecido de Brasil, Argentina, Estados Unidos. A todos, mi agradecimiento\”, declaró a un periodista.
Pero insistió en que se atenderá en el país.
\”Yo no voy a ir ni a la esquina. Yo confío en los médicos uruguayos. Agradezco mucho, pero vamos a ver lo que podamos remendar acá en el barrio nomás\”, señaló Mujica.
Dijo que el tumor está \”localizado\” y que por el tipo de variante celular que es \”casi seguro\” que el tratamiento sea \”por radiación\”.
Mujica, un exguerrillero que gobernó Uruguay de 2010 a 2015, destacó los mensajes de solidaridad que recibieron de personas de ideología muy diferente a la suya.
\”Qué lindo es ser uruguayo porque me llamó gente con la que políticamente hemos estado enfrentados y hemos tenido líos\”, afirmó.
Entre otros mencionó al mandatario de centroderecha Luis Lacalle Pou, a los expresidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle Herrera, y al exministro Pedro Bordaberry.
Al consultarle si tiene miedo a morir, se mostró sereno.
\”Todo lo que nace, nace para morirse, hay que aceptarlo. ¡Y yo he tenido una suerte! Tengo balazos a patadas, tengo una enfermedad inmunológica, estoy viviendo de gratis, ¡qué me voy a quejar! Cuando me toque, que me toque\”, dijo.
En el asado se lo vio con su esposa Lucía Topolansky, exguerrillera y ex vicepresidenta de Uruguay (2017-2020), correligionarios y amigos, entre ellos el músico uruguayo Rubén Rada.
\”Voy a seguir mi vida normal todo lo que pueda y cuando no pueda más veremos lo que hacemos\”, aseguró.
Sin embargo, reconoció que el menú para él no pasa de \”una sopita\”.
\”No puedo comer grande porque me duele la panza\”, contó con gesto resignado, pero anticipó que extraña mucho el asado, que prevé licuarlo \”con ensalada y todo\” para tomarlo \”tipo bebida\”.