El Deportivo Saprissa está de luto, ante el fallecimiento de Marcos Alfaro, quien fuera el primero en meterse dentro de la mascota del Monstruo morado allá en el año 1987. Era conocido con el sobrenombre de “Koya”.
DIARIO EXTRA conversó con el periodista Manuel Muñoz Alemán, quien durante varios años lo tuvo de compañero y se desvivió en halagos hacia él.
“Coincidimos en la década de los 90, durante la administración de don Enrique Artiñano. Cuando llegué se puso a mis órdenes. Me contó que salía a la cancha con los jugadores. Lo recuerdo como una persona muy carismática y con mucha empatía. Recuerdo que tenía mucha iniciativa. Poco a poco compartía más con la afición. Yo le dije una vez que si él sabía bailar y me dijo que sí, entonces ya el Monstruo bailaba y hacía unas coreografías”, contó Muñoz con nostalgia.
Alfaro le contaba que meterse en ese primer traje era muy complicado por lo caluroso. Con solo una pantaloneta y una camiseta que se ponía, terminaba completamente bañado en sudor. “Ya después le pusimos un ventilador que trabajaba a baterías”, reveló.
En esa época la fama del Monstruo fue tal, que ya lo empezaron a pedir los aficionados para llevarlo a fiestas de niños y hasta de adultos. Con la respectiva aprobación de la junta directiva se daban esas salidas del Monstruo de su Cueva.
Otra anécdota es que decidieron hacerle un bulto, cuadernos y un lapicero grande y el Monstruo se fue a visitar escuelas, con el objetivo de motivar a los pequeñines a que no abandonaran los estudios.
“Era muy bonito eso de ir a las escuelas con Marcos, porque los chiquillos querían estar cerca del Monstruo y tocarlo, mientras que otros más bandidillos aprovechaban y le majaban la cola”.
Nos confirmó que cuando llegó el momento del retiro de Alfaro, él mismo le comunicó a la directiva que ya no deseaba seguir personificando al gran icono de los tibaseños. Todos lamentaron su salida por decisión propia y llegaron al convencimiento de que por la entrega y sacrificio de tantos años debía recibir un premio. Decidieron regalarle la cabeza del Monstruo.
Lo más interesante es que después de don Marcos Alfaro solo otra persona es la que le ha dado vida al Monstruo. Es Víctor Barahona, quien se mantiene hasta la actualidad.
Manuel Muñoz manifestó que un amigo de la familia le dio la infausta noticia y que su muerte habría sido por meningitis.
Esa primera mascota fue toda una novedad, un verdadero icono. En Saprissa después la cambiaron por una con músculos, en la época del desaparecido Jorge Vergara, pero ya el Monstruo estaba muy metido en el gusto de los morados y se terminó por dejar un modelo mejorado muy parecido al original.