El desfile de los trabajadores de este 1 de mayo será encabezado por una caravana de motociclistas, quienes se integran por primera vez como un movimiento ya consolidado.
Así lo informo ayer Eugenio Badilla, del Comité Cívico Nacional de Motociclistas, que agrupó a miles de conductores de estos vehículos que en los últimos dos años han luchado por bajar el monto del marchamo, pero se constituyeron en una organización permanente.
Badilla explicó que este movimiento agrupa a miles de mensajeros, repartidores de comida rápida, mandaderos y personas que usan ese vehículo para movilizarse a su trabajo. Su pasión e instrumento de trabajo son las motos.
Para él también son trabajadores, a quienes en su gran mayoría se les pagan salarios muy bajos, de menos de ¢300 mil al mes.
“Este año se cumplen 100 años de celebrar el Día del Trabajador en Costa Rica y por eso queremos ser nosotros quienes encabecemos la marcha, dando el ejemplo de trabajadores conscientes de que debemos apoyar las causas justas”, dijo Badilla.
Se presume que este año el desfile será multitudinario porque el enojo de la población contra el gobierno ha llegado a límites nunca antes vistos, según explicó Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).
“Grandes son los problemas que está viviendo nuestra patria. En realidad los que están sufriendo las personas trabajadoras asalariadas y las que no tienen empleo ni salario fijo; igualmente, cualquier cantidad de micro, pequeños y medianos empresarios.
Hay una abrumadora mayoría que está excluida, o que está cerca de estarlo, de los beneficios del crecimiento económico y por ende presenciamos esa carrera loca hacia la total polarización de la sociedad desde el punto de vista de la concentración del ingreso.
En realidad hay más problemas y en otros ámbitos, pero los sustanciales son las de la gente común: la sobrevivencia diaria”, manifestó Vargas.
Para el sindicalista hay muchas razones para que este sea un 1 de mayo muy concurrido porque el enojo popular está llegando al límite por situaciones como la trocha fronteriza, la “Ley mordaza”, el cierre de los Ebais, el desmantelamiento de la Caja y la concesión de la carretera San José-San Ramón.