Katmandú. (EFE) – Ani Choying Drolma, la monja budista más famosa de Nepal, se unió al convento a los 13 años para escapar de las dificultades que afrontan las mujeres en su país y acabó convertida en una estrella de la música.
Su interpretación melódica y enternecedora de himnos budistas tocó la fibra sensible de una nación que vivía una sangrienta guerra civil contra la insurgencia maoísta cuando presentó su primer álbum en 1998, desde entonces ha publicado 11 discos.
Con el fin del conflicto en 2006, Ani Choying siguió conquistando a la audiencia del país del Himalaya y fuera de este. En la actualidad pasa entre seis y ocho meses al año viajando al extranjero para ofrecer sus recitales.
\”Quiero recordar con mis canciones que el desarrollo de nuestra capacidad espiritual es la solución a los problemas de nuestro mundo\”, declaró Ani Choying a EFE en la casa de sus padres en la capital nepalí.