Washington. (AFP) – México le dijo a Estados Unidos el jueves que rastreará digitalmente las importaciones, principalmente de China, de los ingredientes del fentanilo, el opioide detrás de una epidemia de muertes por sobredosis.
En una visita a Washington, la nueva secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, prometió hacer más para abordar el tema de las drogas sintéticas, que se ha elevado a la cima de la agenda política de Estados Unidos.
“La misión es monitorear, rastrear y localizar en tiempo real las sustancias químicas reguladas que ingresan a México”, dijo Bárcena en conferencia de prensa con el secretario de Estado, Antony Blinken.
México ya instaló laboratorios en los puntos de entrada para crear una base de datos digital sobre el movimiento de 72 químicos precursores para “garantizar la trazabilidad legal”, dijo.
Reconoció que sería más difícil rastrear envíos ilegales de precursores químicos.
Casi 110.000 estadounidenses murieron el año pasado por sobredosis de drogas, principalmente de fentanilo, que inicialmente fue comercializado agresivamente por las compañías farmacéuticas estadounidenses, especialmente entre los veteranos de las guerras en Irak y Afganistán.
Blinken le dijo a Bárcena que combatir el abuso de fentanilo estaba “en lo más alto de la lista de nuestras prioridades”, y señaló que es el principal asesino de estadounidenses entre 18 y 49 años.
China, bajo la presión de EE.UU., prohibió oficialmente las exportaciones de fentanilo en 2019, pero sigue siendo la fuente principal de los ingredientes, que luego los cárteles mexicanos convierten en la droga altamente adictiva.
Al ver el alto número de víctimas en los Estados Unidos, algunos legisladores republicanos han ido tan lejos como para amenazar con una acción militar en México contra los cárteles.
Blinken lanzó el mes pasado una coalición global de más de 80 países para trabajar juntos contra el narcotráfico, con la participación de México pero la negativa de China, acusando a Estados Unidos de no abordar el problema del abuso de drogas entre los estadounidenses. La visita de Bárcena se produce después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, abrió nuevos caminos al cooperar en otra prioridad de Estados Unidos: frenar la migración.
México ha comenzado a aceptar migrantes haitianos, cubanos, nicaragüenses y venezolanos expulsados de Estados Unidos.
La administración del presidente Joe Biden levantó en mayo una regla de la era de la pandemia utilizada por el expresidente Donald Trump para prohibir prácticamente a todos los inmigrantes y ha abierto más vías legales para solicitar la entrada.
Contrariamente a algunas predicciones, desde entonces los cruces fronterizos no autorizados se han reducido drásticamente.
Pero México se enojó después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, instalara barreras flotantes en el Río Bravo, a las que se atribuyen al menos dos muertes.
Bárcena dijo que México estaba “muy preocupado” y dio la bienvenida a una demanda contra las boyas de Texas presentada por el Departamento de Justicia de Biden.