Los ramonenses están a las puertas de una de las fiestas más importantes para la comunidad, del 23 de agosto al 2 de setiembre se armará una verdadera pachanga, por lo cual quisieron dar muestra a los josefinos de la manera en la que festejan a San Ramón Nonato.
En el templo de La Soledad, en San José, decenas de personas se aproximaron para vivir la simulación de la Entrada de los Santos en donde con palmas, cánticos, bailes, fe y devoción pudieron recrear parte de las festividades moncheñas.
Raúl Alfaro, sacerdote poeta, comentó que año tras año se innova un poco en las celebraciones y cada vez más comunidades aledañas se unen a la fiesta.
“Todos los años se van dando modificaciones, ahora San Ramón recoge las imágenes de las comunidades vecinas que se integran a la fiesta. Unas 60 imágenes en total son las que se unen a la procesión”, comentó Alfaro.
Este año la procesión de los Santos se realizará el viernes 30 de agosto.
NECESIDAD SE CONVIRTIÓ EN TRADICIÓN
Las fiestas en San Ramón se realizan desde hace más de 162 años y comenzaron debido a la necesidad de remozar el templo y reconstruir el campanario, desde entonces cada año se comenzó a recorrer las comunidades y ahora nadie se quiere perder la fiesta en la comunidad.
“Por querer reconstruir el campanario, el párroco de ese momento pidió permisos para ir por las comunidades a pedir ¢300, luego no se iba a buscar dinero, sino que se convirtió en una tradición”, acotó el padre Raúl.
Para Greivin Hidalgo, párroco de San Ramón, lo más agradable es que en los festejos participa toda la familia, pues pueden encontrar actividades todos los días para personas de todas las edades.
Carlos Humberto Rojas, párroco de la parroquia La Soledad, se mostró satisfecho por compartir con los ramonenses un poquito de esta tradición e invitó a los josefinos a unirse a la celebración a finales de agosto.
Según algunos de los lugareños, en los últimos años hasta extranjeros se han unido a la fiesta.