Recientemente se publicó que la Señora Presidente ha solicitado a la ARESEP revisar los criterios del modelo de fijación tarifaria en el servicio eléctrico (La Prensa Libre, 15.07.13).
Es particularmente interesante esta solicitud debido a la conocida presión de varios grupos de poder por dañar al ICE. Más curioso es cuando se hace un análisis sobre los rubros que más presionan los precios y que más afectan a la población.
Si se revisa el Informe de Ventas Mensuales de RECOPE (2012), se vendieron 2.977 millones de litros de los diferentes tipos de combustibles, de los cuales el ICE compró 151,8 millones de litros. Por tanto, el ICE utilizó sólo 5% de los derivados del petróleo consumido en el país.
Del total vendido se consume en transporte más del 81%, un 12% en industria/otros y 2% en residencial (IV Plan Nacional de Energía 2012-2030).
Sobre los criterios de priorización ¿será más urgente analizar el modelo de la tarifa eléctrica, el cual utiliza solo un 5% de la factura petrolera o el del modelo tarifario en el transporte, que utiliza un 81% de dicha la factura?
Ha sido más que evidente la ineficiencia en el modelo de las tarifas de los autobuses, la cual, no solo es injusta, sino que ofrece un \”incentivo perverso\” según el mismo Regulador General indica (La Nación, 24.01.11): \”Las tarifas dependen del número de autobuses, de carreras y de la ocupación promedio, y cuanto más baja sea la ocupación, más alta es la tarifa. Entonces los autobuseros tienen un incentivo perverso para tener sobredimensionada la flotilla”.
Esto es fácilmente observable en muchas rutas urbanas. ¿Por qué no se le da prioridad a mejorar y corregir estos incentivos perversos que son los que más afectan el bolsillo de los ciudadanos?
Existe un claro favorecimiento hacia los empresarios del transporte. Además, como ya es costumbre, se señala al ICE por las subidas de precios de los servicios y productos por su supuesto “alto consumo” de combustibles fósiles, argumento que siempre esgrimen quienes buscan justificar el desmantelamiento de esta institución.
Si el ICE produce un 99% de la electricidad con fuentes renovables ¿buscar ahí la razón de nuestras culpas ambientales y tarifarias? ¿Por qué no buscamos minimizar los gastos donde realmente están: altas tarifas en transportes, impuestos elevados, rutas ineficientes e incentivos perversos.
Si el transporte de personas y mercancías consume el 80% de nuestra energía petrolera, es ahí donde está la mayor oportunidad de mejorar. Realidad evidente. Ahora podemos decir que las intenciones de destruir el ICE no son delirios paranoicos de grupos radicales de izquierda. Es una realidad clara y evidente que hasta los más altos funcionarios del gobierno han señalado.
Así el Ministro René Castro indicó (La Nación, 18.06.13): “…Le seguirían otros como los desacuerdos respecto a la ley general de energía promovida por él y que en nuestro criterio desmantelaría al ICE.”
La Señora Presidente indicó (La Prensa Libre, 13.07.13): \”
yo quiero decir que no se vale decir que uno pierde el norte por no hacer simplemente lo que unos querían, lo que algunos querían en relación con la ley general de electricidad no era solamente abrir el mercado del sector privado
sino lo que querían era que el ICE desapareciera”. Según indica el reportaje, al preguntársele a la mandataria a quién se refería, \”
la mandataria calló, no dijo nombres
\”.
¿A quiénes han hecho referencia estos funcionarios? ¿Será acaso el grupo de \”Quien no debe ser Nombrado” y sus Caballeros de Walpurgis?
Ya han logrado carcomer las más profundas raíces de la CCSS y otras instituciones insignes, en beneficio de unos pocos intereses acaparadores, y todo indica que continuarán con esta faena, hasta lograr un Estado Neoliberal al mejor estilo de Carlos Menem.
En nosotros, el pueblo, reside la voluntad de temerles o enfrentarles, de dejar que usurpen nuestras instituciones o de mejorarlas y hacerlas modelo para el mundo, de aumentar la desigualdad, o mejorar la distribución de la riqueza y dar oportunidades de salud, educación y bienestar a más costarricenses.
*Ingeniero, profesor Instituto Tecnológico de Costa Rica.