Cerca del 50% de los vehículos debe volverle a pagar unos ¢5 mil por la reinspección a Riteve SyC, según lo confirmó Fernando Mayorga, gerente general.
Mayorga se negó a dar los datos exactos de los vehículos que pasan por las estaciones de Riteve; además, comentó que en enero fueron atendidos 10 mil vehículos con una tasa de rechazo de un 47%, menor que la tasa mensual del año pasado, la cual fue del 51%. “No es política de la empresa dar los datos exactos”, dijo Mayorga.
Expresó que las causas para los rechazos siguen siendo la emisión de gases (en vehículos livianos), y los frenos (en buses y demás automotores pesados).
Admitió que la reinspección se cobra desde 2005 y estipula que es el 50% de la tarifa; en los livianos es de ¢9.930. Para él fue necesaria porque algunos iban hasta 17 veces. De esta forma circulan sin que los inspectores les hagan partes.
No obstante, miles de conductores pasan año con año por las dificultades de pasar la revisión técnica. Sufren llevando a uno y otro mecánico sus vehículos y cada vez les detectan errores distintos. Agregada a esta inversión, en Riteve tienen que volver a pagar.
Por eso, en años anteriores los propietarios tenían la opción de llevarlo a otra estación y extrañamente pasaban la prueba. Ahora no cuentan con esa posibilidad.
Pese a que popularmente cambiar de estación de Riteve ha sido una técnica que les ha funcionado a muchos, Mayorga es del criterio que esas son solo leyendas urbanas, pues asegura que todas las máquinas tienen la misma calibración.
Afirmó que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) les solicitó que solo en casos justificados se permita el cambio de estación.
Aunque estima que nadie sabe a ciencia cierta cuántos vehículos hay en el país, y así determinar las ganancias, las reinspecciones no son un negocio porque son los mismos gastos administrativos que la primera vez.
En el caso de Martín García Vargas, vecino de Puriscal, se las ingenió para llevar su vehículo a Alajuela, luego de haber sido rechazado 3 veces, y por fin pasó la prueba el jueves.
Jesús Rojas, vecino de Palmares, indica: “No crea, uno siempre viene con la inquietud si el carro pasará o no, claro, la fe es lo último que se pierde, a los vehículos hay que darles mantenimiento, en mi caso una vez fue rechazado y me vi obligado a venir a la reinspección”.
Explicó que por lo general en Riteve existe un primer rechazo. “En esta ocasión es que el automotor porta unos halógenos que no son permitidos”, dijo.
Vital Muñoz Arias, vecino de la Guácima de Alajuela, también llegó hasta la instalación de Riteve en el Coyol; él manifestó: “Es la segunda vez que me rechazan, vengo a la reinspección porque los encargados detectaron un desperfecto, un soporte en la caja, los gases, creo que esta vez nos va ir muy bien”, comentó.