Una mandíbula hallada en el playón del río Nosara, Guanacaste, encendió las alarmas de las autoridades tras el aviso de un grupo de bañistas que caminaban por el sitio y se vieron sorprendidos por el macabro hallazgo.
El misterio rodea este caso que maneja el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuyo personal primero deberá hacer exámenes para determinar que sea de un humano y de ser así someterlo a pruebas forenses que ayuden a saber de quién se trata.
Para ello buscarían una lista de personas desaparecidas en los últimos años en la zona, de quienes nunca se supo nada.
La policía mantuvo el sitio custodiado mientras se trabajaba en la recolección de indicios.