Durante una visita al Concejo Municipal de Alajuelita, el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, expuso una preocupante realidad del cantón al señalar que “cada vez son más jóvenes los que jalan un gatillo y quienes reciben los disparos”.
El funcionario visitó las instalaciones del gobierno local como parte de una estrategia para abordar los problemas de inseguridad, robos y homicidios crecientes en la zona, con espacios constantes de rendición de cuentas y diálogo con los regidores.
“La seguridad es principalmente responsabilidad de las fuerzas de policía en lo que compete y toca al enfrentamiento directo ante la criminalidad, pero por supuesto tenemos que hacer muchas cosas en conjunto para que esa criminalidad asociada a la delincuencia y los homicidios sea debilitada en la zona”, expresó.
Por esa razón las fuerzas vivas de Alajuelita se unirán este domingo en una marcha por la paz, donde las iglesias, el gobierno local y el Ministerio de Seguridad Pública se movilizarán en conjunto.
“Esta iniciativa nace a raíz de tanta criminalidad que ha habido en el cantón, tantos jóvenes que nos están robando, que nos están quitando nuestro futuro, entonces tenemos que manifestarnos para demostrar que en Alajuelita somos más los buenos”, comentó la alcaldesa Rosario Siles.
Johan Abarca, jefe de la Policía Municipal, explicó a Diario Extra que además buscan que los vecinos y menores conozcan a las autoridades para que se acerquen con confianza a denunciar delitos.
“Este histórico viene de hace muchos años. Hay nuevas generaciones que están ahorita en primaria y necesitamos ir cambiando ese estereotipo para que también vayan forjando, tanto como institución, municipio y comunidad, una nueva imagen del cantón”, declaró.
A la marcha también se unirán representantes de las iglesias católica y evangélica, como defensores de los valores locales, según especificó la alcaldesa.
“Vemos que hoy hay una gran cantidad de jóvenes que le están diciendo no a la droga, que están nadando contra corriente y que están luchando por tratar de ser consecuentes con los valores que les han inculcado en sus casas. Eso es lo que la Iglesia viene a reforzar”, aseguró Gabriel Corrales, párroco de Alajuelita.