Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, calificó este lunes como “cantos de sirena” los cambios al proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (Expediente 20.580).
En la última semana, varios diputados que conforman la comisión especial que analiza la reforma fiscal aprobaron una moción para exonerar la canasta básica y la educación privada de la tasa reducida del impuesto al valor agregado (IVA) que el Gobierno pretendía.
La extinción provocó que al plan de impuestos se le drenaran unos ¢90 mil millones.
De continuar en ese sentido, el Ministerio de Hacienda contempla que la reforma, la cual inicialmente recaudaría unos ¢560 mil millones anuales, caiga a ¢335 mil millones, cifra incapaz de convencer a las calificadoras de riesgo y a los inversionistas.
“Los supuestos beneficios detrás de los cambios a la reforma fiscal, pueden resultar en cantos de sirena: un discurso elaborado y agradable al oído, que esconde graves y serias consecuencias para el país. Costa Rica se juega como pocas veces su futuro”, dijo la Jerarca.
Resumió que solo el primer día de mociones el texto sustitutivo tuvo que ser ajustado en ¢100 mil millones, lo que significó pasar de una pretensión del 1,72 % del producto interno bruto (PIB) al 1,42 % de la producción.
En esa misma ruta, dijo que, sumándole los cambios de la última semana de canasta básica y educación privada, el número cayó al 1,12 % del PIB.
DESASTRE DE LOS 80
Añadió que el Gobierno busca evitar un episodio similar al que experimentó Costa Rica en la década de los 80, razón por la que solicitó a los legisladores, darle la robustez al proyecto, en lugar de reducirlo más.
“La década de los ochenta nos dejó amargas enseñanzas sobre el desastroso impacto que puede tener una crisis económica, y el Gobierno de la República ha hecho y hará todo lo necesario, para evitar una situación similar. Sin embargo, el futuro del país está hoy en sus manos diputados”, solicitó.
Respecto al escenario fiscal, la titular de Hacienda aseguró que el país está al frente del peor déficit de los últimos 30 años, de ahí la importancia de la reforma fiscal, tal como la presentaron en cuanto a peso.
“Estimamos cerrar el año 2018 con un déficit primario de 4,2% y financiero de 8,2% del PIB, es decir, casi ¢3 billones, y una deuda del Gobierno Central que superará el límite natural del 50%, al concluir el año en alrededor del 55%, y cuya tendencia se mantendrá al alza, a pesar de los esfuerzos realizados para contener el crecimiento del presupuesto”, evidenció.
Aguilar dijo que sus palabras debían ser leídas como un “respetuoso llamado”, el cual lo hacía “no solo como ministra, sino como ciudadana, abuela, madre, hermana, hija”.