Estambul. (AFP) – Bajo consignas como: “¡No se queden callados, digan no a la masacre!”, miles de personas se manifestaron en la ciudad turca de Estambul contra un controvertido proyecto de ley que plantea sacrificar a perros callejeros para frenar su proliferación.
Los defensores de estos animales, de todas las edades y tendencias políticas, se opusieron a una iniciativa del gobernante partido AKP que busca controlar una población de cuatro millones de perros callejeros en toda Turquía, según estimaciones oficiales. En 2022, el Ministerio de la Agricultura dijo que eran diez millones.
Actualmente se está elaborando una legislación que permitiría capturarlos en masa, esterilizarlos y marcarlos con un chip y si no son adoptados en un plazo de 30 días someterlos a eutanasia.
Los opositores piden, en cambio, verdaderas campañas de esterilización y denuncian la falta de medios para atajar el problema.
“No es buena para los animales, es una ley asesina. Creemos que los gatos serán el próximo blanco “, criticó Sule Giritlioglu, manifestante de Estambul.
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, reconoció esta semana que la nación tenía un “problema de perros callejeros que no existe en ningún país desarrollado” y citó el aumento de casos de rabia.
“Hay que pasar a métodos más radicales”, insistió el jefe de Estado, abogando por campañas de esterilización y adopción para evitar pasar a la siguiente fase. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que Turquía es un país de alto riesgo, en cuanto a casos de rabia. En los últimos cinco años, al menos 55 muertes han sido causadas por perros, ya sea por mordeduras o accidentes de tráfico.