Un total de 520 migrantes llegaron este martes 20 de agosto al Centro de Atención Temporal para Migrantes (Catem), en su mayoría sorprendidos e impactados por todo lo que vivieron durante su paso por el tapón del Darién.
Patricia León es una mujer con discapacidad física y madre de dos jóvenes, quien recientemente arribó a Costa Rica y se encuentra alojada en ese albergue para extranjeros. Conversó con DIARIO EXTRA y contó cómo fue su travesía desde que salió de su natal Ecuador.
“Yo salí de Ecuador el 5 de julio y llegué acá, a Costa Rica, recientemente. Me tiré en la selva (Darién) casi una semana, fue muy complicado y en un centro de Panamá estuve casi un mes.
En el trayecto de la selva a nosotros nos robaron y nos quitaron todo el dinero, entonces no teníamos cómo avanzar”, relató.
Agregó que llegó a territorio costarricense en compañía de familiares en busca de un futuro mejor.
“Vengo con mis dos hijas y familia. Tuvimos que salir de Ecuador porque allá no hay nada ahorita, solo mucha delincuencia. Ese fue uno de los motivos, además de tratar de darles un futuro a mis hijas.
Lo más duro que me ha tocado pasar fue la selva porque como uso muletas se me ampollaron las manos. Tuve muchas caídas y me perdí en el Darién, días después me rescató una señora, me sacó y de nuevo me tocó entrar. Cuando me tocó pasar por un río, pues el río me arrastró un buen pedazo, casi me ahogo”, agregó.
NO QUERÍAN DEJAR SU PAÍS
Al igual que Patricia León, la colombiana Diana Orozco contó a El Periódico del Pueblo con lágrimas en los ojos lo difícil que ha sido este proceso, en el que dejó su patria atrás por un destino incierto.
“Todo ha sido muy duro, pero lo más complicado fue el ingreso a la selva, eso no se lo recomiendo a nadie. Nuestro objetivo es llegar a Estados Unidos, aquí voy con mis tres hijos y mi pareja”, narró.
A estas impactantes y tristes historias se suma el testimonio de María Alejandra, quien en compañía de sus hijos sigue luchando por alcanzar el sueño americano.
“Ha sido bastante difícil, vengo con mis niños y la travesía es difícil. Dura desde que uno entra a Colombia hasta que uno llega acá. No se lo recomiendo a nadie, es horrible dentro de la selva, pues uno ve muchas cosas.
Pasan tantas cosas y es deprimente. Recuerdo bien haber visto un muerto. Era una muchacha que estaba enterrada, pero solo tenía la cabeza y el cabello afuera”, comentó.
PELIGROS DURANTE LA TRAVESÍA
Tanto adultos como niños se exponen a diversos peligros durante este viaje, del que personas malintencionadas se aprovechan para sacar provecho.
Un caso reciente es el que ocurrió este martes, cuando la Policía Profesional de Migración rescató a una persona menor de edad extranjera, quien viajaba con otra de nacionalidad mexicana. Sin embargo, los oficiales detectaron que la tenían retenida.
“Se determina que la persona menor de edad, de nacionalidad boliviana, tiene una alerta de desaparición en su país de origen, por lo que se procede a detener al extranjero y activar el protocolo de atención de persona menor de edad con el PANI.
Esta detección es parte de las acciones de abordaje del flujo migratorio que realiza diariamente la Policía Profesional de Migración, en revisión de sistemas de seguridad a los que son sometidas las personas migrantes provenientes de Panamá”, informaron las autoridades.
BUSCAN MÁS APOYO
Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, aseguró que el Catem tiene capacidad para albergar a 300 personas.
“Queremos tener capacidad instalada máxima incluso de hasta 4.000 migrantes por muchos motivos, entonces estamos solicitando colaboración a la comunidad internacional. La embajada de Canadá nos ha estado ayudando.
Es necesario que donantes internacionales puedan ayudar a Costa Rica porque estamos haciendo un gran esfuerzo con recursos propios, pero administrar un centro de estas dimensiones requiere recursos más allá de los que tiene la propia Dirección de Migración y Extranjería, de ahí la importancia de la cooperación internacional.
A través de la Cancillería se están haciendo gestiones para que distintos países puedan trasladarnos fondos para atender de la mejor forma no solo el flujo actual, sino estar listos para un eventual flujo futuro en el caso de personas venezolanas”.
SOBRE EL TAPÓN DEL DARIÉN
El tapón del Darién se convirtió en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo en los últimos tiempos. Situada entre Colombia y Panamá, la selva de más de 5.000 kilómetros cuadrados conecta Sudamérica con Centroamérica, convirtiéndose en un trayecto estratégico para quienes intentan llegar a los Estados Unidos.