Que mil venezolanos le cuesten al país $1.200.000 (¢750 millones) hizo que las autoridades de Migración y Extranjería empiecen a valorar endurecer la política migratoria que hasta la fecha se viene aplicando.
Un ejemplo de ello es la detención de 33 migrantes en Quepos luego de un operativo de las autoridades migratorias para tener el control de los extranjeros.
Los agentes abordaron a 32 venezolanos y un colombiano en el parque de Quepos, donde cinco personas resultaron con un perfil violento, ya que portaban cuchillos, encendedores, entre otras armas. “La administración en cuanto a ese tipo de perfiles y situaciones tiene una política de cero tolerancia y esas personas posiblemente entran en un proceso de deportación para sacar esos elementos del ambiente nacional.
Estaríamos en la línea de endurecer ante este tipo de situaciones y hay que ser claros contra este tipo de perfiles”, dijo Allan Rodríguez, subdirector de Migración.
Al operativo se le sumaron instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia, para valorar la situación de los menores de edad, la Fuerza Pública y la Municipalidad de Quepos.
De hecho, la actuación policial se debe a la denuncia que varios comerciantes presentaron ante la entidad municipal al señalar que los venezolanos no dejaban entrar a los clientes por estar pidiendo dinero.
El subdirector Rodríguez añadió, ante consulta de DIARIO EXTRA, que este tipo de personas son un remanente y no abandonan Costa Rica tan pronto como se quiere, por ello mediante identificación por biometría se les reconoce si tienen antecedentes en algún otro país y de inmediato se les detiene para deportarlos con el fin de evitar poner en riesgo a la población.
“Para esta labor apoyamos las diferentes consultas a nivel policial que ya se tienen desde hace bastante tiempo y también hacemos consultas a nivel biométrico, a través de consultas regionales logramos determinar si esta persona presenta alguna situación delictiva a nivel regional”, culminó el subdirector de Migración.