En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, que se conmemora este 14 de junio, el Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica lanzó un llamado contundente para reforzar la cultura de la donación voluntaria de sangre en el país, ante la creciente demanda y el persistente déficit de donantes.
Pese a los avances en infraestructura, procesos y legislación, Costa Rica no supera el 65% de donaciones voluntarias, cuando, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), todos los países deberían alcanzar el 100% en este tipo de aportes, considerados más seguros y sostenibles para el sistema de salud.
Un solo donador de sangre puede salvar la vida de hasta tres personas. Foto: Issac Villalta.
“El desabastecimiento de sangre nos ha llevado, en diversas ocasiones, a vivir emergencias sanitarias que comprometen la respuesta de los equipos médicos. Por ello, es fundamental que todas las autoridades competentes trabajen en acciones y políticas robustas, para que la donación sea casi un hábito en las personas”, señaló la doctora Ana Lucía Valerín, representante del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos.
La donación voluntaria (la que se realiza de manera habitual y no por reposición para un familiar) es clave para garantizar un flujo constante, seguro y suficiente de sangre en hospitales públicos y privados. Cada donación puede salvar la vida de hasta cuatro personas, según los especialistas.
Foto: Issac Villalta.
Aun así, la falta de educación, mitos y desinformación continúan siendo obstáculos, especialmente cuando no se abordan desde edades tempranas.
“Hay muchas concepciones preformadas que se van manifestando cada vez más y hasta la adultez, impidiendo una sólida cultura de donación”, añadió Valerín.
Los microbiólogos insisten en que, aunque la medicina ha avanzado enormemente, aún no existe una forma artificial de sustituir la sangre, por lo que la solidaridad humana sigue siendo el único camino.