Para Miranda Víquez, la clave del éxito radica en nunca rendirse, incluso cuando, en numerosas ocasiones, le dijeron que no lo lograría y que sus sueños eran demasiado grandes. Su perseverancia y su deseo de romper barreras le permitieron convertirse en una visionaria, logrando posicionarse como una de las principales exportadoras de papaya y pipa con su empresa, The Monkeys Island, ubicada en El Hogar, Guácimo
“Muchos comentarios me decían que yo no era suficiente para ese sueño que teníamos, pero gracias a no escuchar eso y a nunca rendirme, gracias a la perseverancia, fue como logramos llegar a esto”, relató a Diario Extra.
Hace poco más de seis años trabajaba como asesora de empresas exportadoras y notó que llevar a papaya vía marítima a los mercados norteamericano y europeo era un reto al que pocos se atrevían. Eso fue precisamente lo que la impulsó a intentarlo.
Relata lo desafiante que resulta emprender con capital propio y encontrar un nicho en el mercado, además de las complicaciones logísticas que conlleva transportar la fruta desde Costa Rica hasta el otro lado del Atlántico, un proceso que puede tomar más de 15 días en el mar.
Comenta que, al principio, muchos contenedores se malograron, pero con el tiempo fue implementando buenas prácticas en el cultivo de la papaya, lo que ha llevado a su empresa a convertirse en la mayor exportadora de este producto a nivel nacional
“Hicimos mejoras agrícolas y aprendimos a sembrar correctamente, por ejemplo, entendiendo cómo funcionan la papaya y la pipa. Al principio, había poca tecnificación, por lo que decidí hacer una maestría en España, donde adquirí conocimientos sobre innovaciones agronómicas. Aplicamos todo lo aprendido y empezamos a ver resultados”, relató.
Más de 140 colaboradores
Puso en práctica la idea junto con su madre Shirley Salazar. En un principio eran solo ellas dos, luego se sumó su hermana Cristina Víquez y ahora son más de 140 colaboradores en su negocio de empacado y transporte de frutas.
“Es una empresa liderada por tres mujeres: mi mamá está en la parte financiera, mi hermana en el área administrativa y yo en la comercial”, comentó.
A la vez señaló varios elementos que a su parecer diferencian a su emprendimiento.
Asegura que otro de sus secretos ha sido aplicar “una repartición justa para todas las partes”. Explicó que al menos la mitad de su personal está compuesto por mujeres, muchas de ellas jefas de hogar, a quienes paga de manera justa.
En la compañía trabajan por producción. “Saben que si son rápidos, en poco tiempo lograrán lo que quieren”, comentó. Gracias a este sistema, varios colaboradores ganan más de ¢1 millón al mes, además de los beneficios sociales de ley.
También trabaja con productores locales, a quienes considera sus socios. No solo les compra la fruta a un precio justo, sino que también les brinda apoyo en la implementación de modernas técnicas de cultivo y cuidado del producto.
“Nuestros competidores nos critican mucho por mover los precios del mercado nacional, pero lo que ocurre es que nos dimos cuenta de que a los agricultores se les paga una parte muy pequeña, y nosotros les pagamos más. Buscamos una repartición justa para todos. Mi parte es importante, pero la de ellos también”, afirmó.
De esta manera, poco a poco, The Monkeys Island ha demostrado que tener objetivos claros puede hacer realidad los sueños.
Sobre Miranda Víquez
Es licenciada en Comercio Internacional y máster en Agronegocios. Se desempeñó como promotora regional de Pacífico Central en la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y en el sector privado en compañías exportadoras, pero a inicios de 2020 decidió emprender y crear su propio negocio.

Hace un par de años decidió expandir su negocio con las ventas al exterior de pipas. 
Implementó una serie de mejoras en el cultivo de la papaya.