Natalia Martínez vio en el mundo de la moda talla plus no solo un negocio, sino un aporte a la confianza y la autoestima de miles de féminas en Costa Rica.
Al verse obligada por las pocas opciones para vestimenta de su talla en la mayoría de las tiendas, la joven recurría a grupos de redes para intercambiar con otras mujeres. Ese era su único medio para “usar algo diferente”.
Pero no solo enfrentaba obstáculos al comprar, pues en su primer empleo le daban pantalones de hombre como uniforme, los cuales no eran de su gusto, porque “era lo único que le quedaba”.
Con el paso del tiempo, Natalia observó que su situación resultaba parecida a la de muchas de sus amigas, familiares y conocidas.
Continuó con los intercambios y empezó a compartir fotos en que dejaba volar su creatividad hasta aterrizarla en diferentes conjuntos para toda ocasión. Esa fue la llave para abrir su mente a una posibilidad que no había evaluado hasta entonces: abrir su propuesta personal.
Su madre y amigas han apoyado este proceso a lo largo de los años.
“Publicaba una blusa y alguien me ofrecía otra prenda a cambio. Así logré variar mi vestuario. Me gustaba tomarme fotos con la ropa que tenía y compartirlas en el grupo. Pronto, muchas querían intercambiar conmigo y me di cuenta de que tenía habilidad para vender”, comentó.
Cansada de ver su pasión por la poca variedad, aprovechó un viaje a Panamá para adquirir un pequeño lote de trajes de baño. Los publicó y se vendieron como pan caliente.
Se vio muy motivada por este primer paso, así que hizo lo mismo durante una visita a Los Ángeles y obtuvo el mismo resultado. Con el pasar del tiempo, ya no solo se desempeñaba como una trabajadora fija en su puesto de costumbre, sino que se transformó en una emprendedora.
“En 2018 decidí formalizar el negocio y abrí una página en Facebook, primero llamada ‘El Closet de Ana’ y luego ‘Avenida Curvy’. Al inicio vendía desde la sala de mi mamá, donde colgaba las prendas en un perchero y atendía clientas. Con el tiempo, construí una pequeña bodega en casa de mis padres y el negocio siguió creciendo”, afirmó la joven.
Después, a puro esfuerzo y con el apoyo de su familia y amigos, Natalia ahorró lo suficiente para alquilar un pequeño local en Coronado.
Pero la distancia le jugó en contra, pues la mayoría de sus compradoras no habitaban en la zona. Por eso, se postuló como candidata a rentar una propiedad en Barrio Tournón que una vez fue una escuela, pero se encontraba abandonada.
Aunque era la tercera aspirante, pudo quedarse con el lugar. Durante el año pasado trabajó junto a su familia en la remodelación del interior y hoy tiene un espacio seguro para todas sus compradoras.
“Las mujeres que conocí en los grupos (por internet) siguen siendo mis clientas. Muchas me recuerdan de aquellos tiempos y se sienten orgullosas de ver lo que he construido. Para ellas, tener un lugar con ropa variada y de su talla ha sido un gran cambio”, externó.
La microempresaria también figura como rostro y modelo de su comercio. A través de redes sociales, comparte ideas de outfits, especialmente cuando hay eventos masivos como el Pic-Nic Festival.
Actualmente, Natalia trabaja en la diversificación de sus tallas, abarcando desde la más pequeña hasta la más grande, y en la construcción del exterior de su establecimiento para habilitar un parqueo.
Puede encontrar este negocio en Instagram como @avenidacurvycr y en Facebook como Avenida Plus Size Store. También es posible visitar su local en Barrio Tournón, San José.
La emprendedora ofrece prendas para todo tipo de ocasión y gustos.