El OIJ confirma 2 muertes por esta droga y analiza cuatro casos
Un vendedor de estupefacientes en Puntarenas utilizaba fentanilo de uso médico para mezclarlo con otras drogas y generar adicción en sus clientes.
Así lo indicó Michael Soto, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ante nuevas informaciones relacionadas con esa sustancia.
“Se logró establecer que esta persona lo mezclaba con crack y cocaína para que fueran más adictivas y más intensos los efectos, y podría ser que estas circunstancias estén ocurriendo”, afirmó.
Los estudios toxicológicos que realiza Medicatura Forense han determinado 28 casos en los que había presencia de ese opioide sintético en el organismo.
Tras una depuración para saber si se trataba de casos por uso médico o por adicciones a estupefacientes se encontró una alta probabilidad de que seis eran por consumo de drogas.
“Ya por lo menos en dos hay certeza, mientras que los otros cuatro se están analizando. Hemos venido trabajando por eso en revisar esas circunstancias de muerte”, explicó.
Además realizan un perfil de estos fallecidos para determinar en un 100% si las seis muertes son por alguna sobredosis.
“Estamos en un proceso de revisión caso por caso, persona por persona, para ver los lugares y las circunstancias de muerte, para ver si esto está afectando al país”, aseguró.
Fernando Ramírez, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), dijo que tienen conocimiento de estas autopsias, sin embargo, están a la espera de que se corrobore o descarte si son por consumo de fentanilo.
“Estas seis muertes en donde aparentemente se detectó fentanilo en el cuerpo de las personas hay que determinar si obedecen a una sobredosis por consumo de fentanilo ilícito o si corresponde a personas que fueron atendidas a nivel hospitalario y que recibieron tratamiento con fentanilo lícito”, detalló.
Ramírez fue enfático al afirmar que le corresponde al OIJ aclarar en cuáles casos se puede hablar de muertes relacionadas con sobredosis de esta sustancia.
Por otra parte, aclaró que no hay evidencia de que el país tenga en este momento laboratorios que produzcan esta droga y que, por el contrario, todo parece evidenciar que llega del exterior en polvo o pastillas.