Los Ángeles, Estados Unidos, AFP. -En cabeza de las eliminatorias de Concacaf a Catar-2022, México y Estados Unidos están enfocados no solo en asegurarse la clasificación sino en construir equipos con los que superar sus barreras históricas en los Mundiales.
México, dirigida desde el fin de Rusia-2018 por el argentino Gerardo Martino, se ha estrellado en los octavos de final de las últimas siete Copas del Mundo.
Su última aparición en los cuartos fue como anfitriones en 1986 mientras que Estados Unidos no alcanza esa instancia desde Corea y Japón-2002.
Ambos países vecinos, que chocarán el viernes en la séptima fecha del octogonal de Concacaf, han demostrado en este 2021 que siguen siendo los grandes dominadores de su región, con Estados Unidos desafiando la autoridad de su acérrimo rival al arrebatarle los dos trofeos en juego.
En junio, el equipo de las barras y estrellas derrotó 3-2 al \’Tri\’ en la final de la primera edición de la Liga de Naciones de Concacaf.
Tras esta victoria, la primera de Estados Unidos sobre México en una final de Concacaf en 14 años, el combinado de Gregg Berhalter se dio el lujo de volverle a batir en la final de la Copa Oro pese a que había reservado a sus figuras para las eliminatorias mundialistas.
Con el trauma de la clasificación fallida a Rusia-2018 aún presente, Estados Unidos ha atravesado serias turbulencias en el octogonal de Concacaf, que ofrece tres plazas directas a Catar-2022 y otra a un repechaje intercontinental.
La igualdad reinante en el grupo, sin embargo, le permite ocupar la segunda plaza provisional con 11 puntos, tres por detrás de México, líder invicto de la llave.
– Anfitriones mundialistas en 2026 –
Estados Unidos se ha ilusionado con la que puede ser la mejor generación futbolística de su historia, con numerosos diamantes por pulir a los que quiere dar el mayor rodaje competitivo posible.
Cristian Pulisic, el delantero del Chelsea de 23 años, es por ahora el mayor talento de la horneada de jóvenes que también avivan las esperanzas estadounidenses de cara al Mundial de 2026, que organizarán junto a México y Canadá.
El punta Gio Reyna (Borussia Dortmund, 18 años), el centrocampista Weston McKennie (Juventus, 23) y el lateral Sergiño Dest (FC Barcelona, 21) son piezas asentadas en la titularidad de grandes equipos europeos.
Y por detrás no dejan de surgir nuevas promesas como el codiciado Ricardo Pepi (FC Dallas, 18), Gianluca Busio (Venecia, 19) o Yunus Musah (Valencia, 18).
El técnico Berhalter, sin embargo, no ha dado con la llave para compensar la inexperiencia de su escuadra en los ásperos partidos de las eliminatorias de Concacaf.
Su fragilidad defensiva y falta de contundencia de cara a gol quedan más al descubierto en los juegos fuera de casa, como en la única derrota que han sufrido hasta el momento, en Panamá por 1-0.
El seleccionador tuvo incluso que lidiar con un episodio de indisciplina que motivó la expulsión de McKennie de la concentración de septiembre por infringir los protocolos contra el coronavirus.
México, en cambio, cuenta con una base de futbolistas bregados en mil batallas como el arquero Guillermo Ochoa (América), los zagueros Héctor Moreno (Monterrey) y Néstor Araujo (Celta de Vigo) y los centrocampistas Andrés Guardado (Betis) y Héctor Herrera (Atlético de Madrid).
Con estos cimientos, el \’Tata\’ Martino trata de crear la química necesaria en su potente línea ofensiva, que integran los creativos Hirving Lozano (Nápoles) y Jesús \’Tecatito\’ Corona (Oporto) y el definidor Raúl Jiménez (Wolverhampton), baja por lesión en los torneos internacionales de este año.
Martino sigue resistiendo la presión de un sector de la afición y la prensa que piden el regreso del veterano Javier \’Chicharito\’ Hernández, el máximo artillero de la historia del \’Tri\’ que ha resurgido esta temporada como goleador con el LA Galaxy.
Con prácticamente todo su arsenal disponible, las selecciones archirrivales se medirán por primera vez en el octogonal el viernes en el TQL Stadium de Cincinnati (Ohio).
(Fotos: AFP)