El fútbol tico podría tener en menos de lo que canta un gallo una nueva inyección de dinero extranjera.
Se trata de Wollis Capital, empresa de los mexicanos Armando Rivero, Enrique Segovia y Andrés Eduardo Levy, quienes en 2022 intentaron administrar al Santos de Guápiles en una negociación que no tuvo un buen final.
Los empresarios aztecas están interesados en hacer un segundo intento de inversión en el país, pero con el nuevo objetivo de ser los dueños de un club y no únicamente los administradores. Así lo confirmó Armando Rivero en conversación con DIARIO EXTRA.
“No estamos interesados en administrar, queremos comprar, ser dueños. Con el tema de administración quedamos muy desencantados. Estamos buscando alguno que esté en compra y estamos hablando con algunos clubes. No me gustaría mencionar nombres, pero sí estamos analizando opciones”, indicó.
El grupo de inversionistas ve en Costa Rica un punto estratégico para iniciar un proyecto a largo plazo y además le tienen buena espina al jugador nacional.
Sin embargo, también valoran posibilidades en Sudamérica, como Ecuador y Uruguay.
“Nos gusta mucho Costa Rica. Creemos que el jugador tico es muy bueno, pero que hace falta trabajar en un proyecto serio y a largo plazo. Estamos analizando diferentes opciones en otros países, como Ecuador y Uruguay”, agregó Rivero, quien por 4 meses vivió en nuestro territorio.
INTENTO FALLIDO
Wollis Capital estuvo cerca de firmar un convenio el año anterior con el Santos de Guápiles para administrar el equipo por 2 décadas, hasta que el Comité de Licencias de la Fedefútbol no lo vio con buenos ojos.
La negociación se vino abajo porque Licencias consideró que el grupo inversor no cumplió los requisitos de orden contable solicitados.
En 2022 Wollis Capital brindó asesoría al conjunto guapileño, pero desde el 19 de noviembre las relaciones se rompieron de forma unilateral, de acuerdo con el grupo de inversionistas mexicano.
“A partir de ese día, nadie me habló del Santos (…) Me dijeron por medio de un correo que no continuarían el convenio, yo les dije que había que platicar, pero de esa fecha a hoy nadie me volvió a decir nada (…) De Santos nadie me volvió a contestar el teléfono.
Buscamos explicar por qué no seguimos. No es que estemos desapareciendo, no se pudo continuar por causas ajenas a nuestro grupo y por eso no estamos participando en el Santos”, dijo Armando Rivero.
El empresario azteca agregó a El Periódico de Más Venta en Costa Rica que su objetivo junto al de sus socios era construir una ciudad deportiva con una inversión inicial de $1 millón, además de inyectarle al equipo entre $80 mil y $90 mil en el primer año, así como asumir sus deudas.
“Nosotros veníamos con mucha ilusión de hacer un proyecto de ese tamaño”, finalizó Rivero.