La espectacular Melissa Mora al parecer cerró su negocito en San Ramón, el famoso “Melis Spa”, aun por razones desconocidas. Lo es cierto es que una de sus empleadas está chiva pues reclama prestaciones y cargas sociales.
Al cierre de esta nota, se intentó ubicar a la modelo pero no fue posible. Se le llamó diez veces.
Carmen Vargas, la gran empresaria de San Ramón y suegra de la curvilínea, habló con DIARIO EXTRA y salió a paso defendiendo a Melissa.
EMPLEADA:“HUBO HOSTIGAMIENTO”
Una joven -identidad protegida- confirmó a DIARIO EXTRA que Melissa la hostigaba laboralmente y que tras dejar el Spa de la modelo la demandaría ante tribunales para que le pague. Cree que es casi ¢1 millón que le debe. Habló poco de lo que pasa.
¿Qué pasó?
-Yo quiero esperar para dar esto a conocer. Todavía no sé si deseo sacarlo por el periódico.
¡Dígame!
-La verdad estoy enojada con ella. Trabajé casi dos años y tuve problemas. Yo sentía como un hostigamiento laboral. Sentía que esperaba que tomara mis cosas y que me fuera. Pero si me iba de esa forma, no tenía que pagarme ninguna cesantía ni vacaciones.
¿Cuánta gente trabajaba en el Spa?
-Solo tres: la masajista, la de las uñas y yo. Creo que la masajista también tuvo problemas.
¿Cuándo cerró Melissa?
-Como quince días.
¿Estás sin brete?
-No, yo me fui hace dos meses.
¿Negoció con ella?
-Sí se negoció. Lo que sucede es que ahora dice que yo no trabajaba para ella, sino para “Melis Spa”. No puedo hablar, ahora tengo clientes.
¿Cuánto le debe?
-¡Es bastante!
¿Un millón?
-Casi un millón de colones.
¿Usted es la terapeuta?
-No, soy la estilista.
SUEGRA:“SI EL GATO NO ESTÁ LOS RATONES HACEN FIESTA”
¿Por qué Melissa cerró el Spa?
-Sucede que las empleadas que tenía no daban el rendimiento que se esperaba. Lo que pasó es que lo dejó en manos de ellas y se lo tiraron completamente abajo.
¿Mala administración?
¡Exactamente! Meli habló con ellas. Era un negocio muy bueno, pero se cayó; se lo tiraron abajo.
¿Lo cerró hace una semana?
-Desde hace un mes le dijo a las muchachas que el salón no estaba respondiendo. Era un fracaso. Ella no podía estar manteniéndolo con dineros propios pues tenía que automantenerse. Era un excelente salón. Debajo del mismo yo tengo un negocio y los empleados me contaban que llegan los clientes y no los atendían, que cerraban muy temprano. Meli se enteró y tomó la decisión.
La estilista habla de hostigamiento laboral.
-Siento que estas muchachas estaban muy cómodas pues no tenían a nadie que las fiscalizara. Melissa llegaba y en la caja había poco dinero. Al parecer ese hostigamiento tiene que ver con reclamos justos y lógicos del patrono si las cosas no caminan. Como dicen, si el gato no está, los ratones hacen fiesta. ¡Eso mismo! El buen empleado siempre trata de que las cosas salgan bien y el malo siempre anda hablando del patrón. Creo que ella hizo bien.
¿Usted asesoró a Melissa?
-Creo que ella misma se dio cuenta que lejos de dejar plata, daba pérdidas. Lo mejor es cerrarlo.
¿Melissa le amarra el perro ?
-No creo que le amarre el perro a nadie. Mi contadora le lleva las cuentas a Melissa y en diciembre les pagó todo. Por lo que respecta a Melissa, les ha pagado.