Soy un hombre soltero de 23 años. Vivo en América del Sur, de un pueblo muy pequeño donde todo mundo sabe la vida de todo mundo. Hace mucho que me gusta una muchacha que yo siempre he sabido que ha tenido muchos novios, pero a mí me encanta. Ahora empezamos “a jalar” y yo me siento muy bien, pero constantemente mis amigos me molestan y me dicen que cómo se me ocurre andar con una mujer que ha estado con tantos…
En la sociedad occidental, durante mucho se valoraba de manera desigual la vida sexual de hombres y mujeres. Se consideraba un rasgo muy masculino haber tenido muchas parejas y en términos generales esto provoca admiración y asombro. Por el contrario, la mujer con los mismos atestados se le veía en términos despectivos y displicentes. En las últimas décadas este legado se ha venido superando, sin embargo, persiste en algunas personas y se ha descrito que en ciertas regiones todavía es un criterio social imperante.
Al margen de estas connotaciones, tenemos que tener presente que la vida emocional es algo íntimo, propio y personal, y aunque muchos no entiendan ni compartan nuestras decisiones y hasta las critiquen, esos comentarios quedan al margen porque tiene que ser uno el que decide el rumbo de la vida sentimental.
Por otra parte, rara vez una decisión íntima les agrada a todos, a veces son los amigos, otras veces ciertos compañeros, qué decir algunos familiares, quienes “meten la cuchara” y se creen con derecho a criticar una elección que es eminentemente personal.
Desde luego siempre debemos escuchar un consejo sabio, en el tanto esté revestido de consejo y no de crítica, choteo, o burla, en cuyo caso hay que “prestar oídos sordos” y si es necesario, y de manera respetuosa, marcar la distancia necesaria.