Soy un hombre soltero de 29 años. Hace año y medio que empecé un noviazgo con una muchacha soñada. Ella es tan atractiva que yo con solo empezar la relación sexual, termino. He intentado de todas maneras controlarme, pero nunca pude durar ni un minuto. Para ella el sexo es muy importante y siempre se enojaba de que yo acabara tan rápido. Hace una semana me dijo que no quería seguir más conmigo.
El sexo es muy importante sin lugar a dudas en una relación. A diferencia de lo que pasaba hace unas cuantas décadas, la inmensa mayoría de las parejas, sean novios, sean esposos, o parejas que cohabitan, consideran la sexualidad como una de las razones de ser del vínculo.
Sin embargo, es relativamente raro que una pareja rompa la relación por un asunto sexual. Sea que él termina rápido, o que tiene problemas para conseguir la erección o que ella le cueste lubricar, o alcanzar el orgasmo, rara vez eso es motivo suficiente para que se plasme una separación.
Usualmente lo que provoca el distanciamiento y a la larga la separación es el desdén y la negatividad de la pareja a buscar ayuda para solucionar el problema sexual. Lo que realmente genera resentimiento y decepción es que la pareja con el problema le dé largas al asunto.
Desde luego algunas parejas se resignan a vivir con el problema sexual, y no es raro que pasen años sino es que toda la vida con una intimidad enclenque. Sin embargo, cada vez es más frecuente que la pareja anhele disfrutar la intimidad y como tal vea imperativo, acudir a la consulta, sobre todo ahora que la mayoría de los problemas de eyaculación precoz se pueden solucionar fácilmente.
En estas condiciones es mejor resolver el problema cuanto antes, ya sea por si sucede una reconciliación o para tener un buen desempeño sexual para la próxima relación.