Soy una mujer de 46 años. Tengo dos hijos y estoy separada. Mi pareja nunca me ayudó económicamente ni tiene contacto conmigo. Creo que hasta se fue del país. Yo trabajaba de secretaria en un banco, pero lo cerraron. Como no encontraba empleo, habilité un cuarto en mi casa y decidí dar masajes, a veces con masturbación, pero nunca con sexo oral. Con eso he sacado adelante a mis hijos. ¿Puedo seguir haciéndolo en esta época de pandemia?
El desempleo se ha convertido en un problema social en Latinoamérica y en varios países de Europa. Ha colocado a grandes segmentos de la sociedad en situaciones económicas precarias y sin opciones para reintegrarse al mercado laboral.
Por esa razón, muchas personas han tenido que recurrir a diversos oficios para dar sustento a los hijos, y desde luego las salas de masajes y actividades similares son algunos de ellos.
Recordemos que el coronavirus no es una enfermedad de transmisión sexual y, por eso, no se adquiere por el contacto con el semen ni las secreciones vaginales. Sin embargo, por ser un virus muy contagioso, se pasa de una persona a otra por las gotitas de saliva, por lo cual con la cercanía corporal se puede dar el contagio.
El masaje sexual y las caricias sexuales no representan un riesgo en sí mismos, sino por el acercamiento corporal que implican.
Muchas personas dedicadas a esta u otras prácticas similares han optado por realizar filtros en la entrada, que consisten en tomar la temperatura y preguntar si hay síntomas sugestivos. Además, implementan el lavado de manos, y entre un cliente y otro ventilan el lugar, abriendo ventanas, puertas y activando respiradores de aire. Estas medidas son muy útiles.
Sirva mencionar que en algunas salas de masajes se utilizan cubrebocas, tanto para el personal como para los clientes.
Estoy siendo infiel y temo infectar a mi novio
Soy una mujer de 27 años. Me da mucha pena contarlo, pero tengo un romance con un compañero del trabajo. Estoy bien con mi novio y no sé por qué me involucré en una relación así. No hemos tenido relaciones sexuales, pero cuando podemos nos damos abrazos, besos, sexo oral y sé que es cuestión de tiempo para que tengamos más intimidad. Ahora con esto del coronavirus, ¿existe la posibilidad de que contagie a mi novio?
En términos generales, esta pandemia va a modificar la sexualidad de la población y, sobre todo, la de aquellos que tienen una vida sexual encubierta, sea porque son casados, tienen pareja o están manteniendo varias relaciones a la vez.
Las diversas restricciones que progresivamente se van a imponer, conforme avanza la propagación del virus, limitarán de manera considerable la vida íntima, y quienes no sean meticulosos en el manejo de su privacidad pueden ser descubiertos.
Bajo esa perspectiva, debemos recordar que el coronavirus no es un germen que se encuentre en el semen o en las secreciones vaginales, por lo cual no es una enfermedad de transmisión sexual.
Sin embargo, el virus permanece en la piel y abunda en la saliva, de tal forma que los acercamientos corporales, como los abrazos, así como los besos, son una fuente común de contagio. Desde luego, la cercanía que se produce con las caricias y el sexo oral también representan un riesgo.
Por eso, se han girado una serie de recomendaciones para que las parejas que no viven juntas no tengan acercamientos sexuales.
Salvo en el caso de las parejas que cohabitan, lo más recomendable es hacer una pausa en la vida sexual hasta que pase esta pandemia.