Mauricio, estoy entrando a la adultez y siempre me ha dado miedo tomar decisiones, me pregunto si es lo correcto o no lo que elijo, ¿puede ayudarme a aclarar el tema? Gracias.
Las decisiones son las bisagras del destino, decía Edwin Markham, por eso el decidir bien es tan importante. Me imagino que, por lo que me cuenta, siempre que toma una decisión se pregunta si hizo lo correcto. Propongo algunos puntos que se deben tener en cuenta antes de tomar una decisión para que esta sea funcional, sabia y produzca beneficios.
Cada decisión de cada cosa que vayamos a hacer debe tener los siguientes ingredientes:
Dignidad: La decisión que tome debe dignificarlo como persona, darle honor, agregar valor, no quitarlo.
Protección: Cada decisión que tome debe protegerlo. Esa responsabilidad es solo suya y le toca solo a usted hacerla.
Amor: Pregúntese, ¿con esta decisión me amo a mí mismo? No me refiero a egoísmo, sino más bien a un aprecio y respeto sano hacia su ser como persona. Practicar este punto ayuda a construir sana autoestima, que como todos sabemos muchas veces la indecisión tiene que ver con una baja estima hacia uno mismo.
Crecimiento: Cada decisión debe dar crecimiento, al final esa decisión debe llevarme a estar más alto, a ir más largo y a ser más fuerte.
Beneficio: Me hace ganador tanto a mí mismo como a los demás a los demás y no me refiero a cosas materiales, sino más bien a ganar libertad, alegría plenitud, grandeza.
Fruto: La buena decisión da buena retribución, me trae felicidad, bienestar, funcionabilidad y paz. Me hace crecer en el área espiritual, emocional y familiar. Me hace acercarme más a Dios, a mi pareja y a mis hijos. Que haya fruto acá es clave pues me dice si voy por buen camino o no.
Lo que debemos de hacer antes de tomar cualquier decisión es preguntarnos: ¿Esto que voy a decidir me dignifica como persona, me protege, involucra amor propio, me da crecimiento, me trae beneficio a mí y a los míos, al final del proceso voy a obtener un buen fruto? Y recuerde revisar sus valores morales y espirituales, ya que cuando estos son claros, tomar decisiones se vuelve más fácil.
Estos valores o ingredientes no deberíamos nunca hacerlos opcionales y menos negociables, y deberían de tomarse como la base para tomar nuestras decisiones, y si los resultados de la decisión no van a darle estos ingredientes, entonces no deberían de tomarse.
Debe entender que si toma una decisión que no trae como resultado todos estos ingredientes lo que vendrá después de tomarla será fracaso, dolor, se dañará, habrá tristeza y no podrá culpar a nadie, pues solo usted tomó esta decisión, ni se atreva a buscar culpables, no es justo. No tome decisiones permanentes por una emoción temporal.
Pero si, al contrario, la decisión que va a tomar contiene estos ingredientes que beneficiarán su futuro, entonces este va a ser funcional, manejable y satisfactorio. Es imposible hacer lo correcto y que no haya un buen final y, recuerde, ya que debemos tomar decisiones, siempre hagámoslo de forma correcta.
*Consejero familiar
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