Uno de los inconvenientes de la cartera de crédito de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de los Servidores Públicos (Coopeservidores) son las garantías de cumplimiento que tenía.
Solo uno de cada tres préstamos realizados tenía una garantía real para forzar el cumplimiento de la misma.
Según los estados financieros auditados a marzo de 2024, el 8,27% de todas esas deudas estaban respaldadas por una fianza, la cual consiste en que una persona se hace responsable de pagar la deuda de otra persona. En caso del incumplimiento del deudor, la entidad bancaria embarga el salario del fiador para responder por dicha obligación.
En el caso de las hipotecas (personas ponen sus casas o fincas a responder en caso de incumplimiento) y prendas (vehículos y objetos muebles son los que responden) solo el 23,99% se encontraba respaldado por este tipo de garantía mientras tanto las operaciones con firma del deudor en pagaré (un documento que contiene la promesa incondicional de una persona) como respaldo de la operación representan el 65,04%.
En palabras simples, la mayoría de los préstamos tenían un respaldo de menor calidad y con mayor dificultad de garantizar recuperar la inversión, lo que terminó desmejorando la calidad de la cartera crediticia de Coopeservidores.
SUFICIENCIA PATRIMONIAL SE DESPLOMÓ
Coopeservidores solo necesitó seis meses para que su suficiencia patrimonial pasara de 14,73% a 10,50%.
Este indicador financiero mide la fortaleza del capital de cada entidad supervisada y su capacidad para responder por los riesgos generales de la actividad. Entre más alto sea el porcentaje mejores posibilidades tiene una institución para enfrentar los riesgos normales de las operaciones bancarias.
La disminución puso a la Cooperativa al borde de niveles de irregularidad grado 1 según las normas establecidas por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Cuando una entidad entra en nivel de irregularidad, aunque sea del grado 1 tiene que presentar ante la Sugef un plan remedial para salir de esa situación en un plazo de 20 días.
COOPESERVIDORES ENTRÓ EN UNA ESPIRAL DE PROBLEMAS
La situación de Coopeservidores, al menos en los números reportados por esta organización ante el ente regulador, se deterioró con una velocidad enorme.
Un ejemplo de ello, es la reserva patrimonial que debe guardar una empresa financiera para enfrentar problemas de liquidez. Esta en diciembre de 2023 alcanzaba los ¢36.509 millones, tres meses después pasó a ser de ¢9.795 millones, representando una disminución de ¢27.000 millones; o sea, un 75% del total de reserva patrimonial desapareció en 90 días (¢300 millones diarios).
Otra situación similar se muestra en el caso de las inversiones en instrumentos financieros, títulos valores donde coloca el dinero la institución. En el caso de Coopeservidores pasó de valer en diciembre ¢201.997 millones a ¢156.860 millones en marzo (¢501 millones diarios).
Pero las dificultades no terminan aquí. La estimación del deterioro de activos financieros (cartera de créditos y otros similares) se triplicó, pasando de ¢4.139 millones a ¢12.582 millones.
Cada uno de estos datos podría provocar una luz de alerta, pero todos juntos formaban el cóctel perfecto para que la crisis financiera alcanzara los niveles necesarios que justificaran la intervención ordenada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Mientras este torbellino de números golpeaba las finanzas del grupo, Coopeservidores enfrentó, como otras instituciones supervisadas, una prueba de estrés financiero, la cual buscaba llevar a situaciones extremas a los bancos, mutuales y cooperativas para observar si podrían hacer frente a sus obligaciones en el caso de chocar contra una condición extrema.
El 30 de enero, la Sugef informó que de todas las instituciones financieras solo Coopeservidores fracasó en su intento de aprobar dicho examen, lo cual fue una señal de alerta de que algo malo estaba pasando a lo interno de la Cooperativa.