Alertan ministro Mario Zamora y expertos
La participación de las mujeres en el crimen organizado en Costa Rica, al igual que en otras regiones de América Latina, ha experimentado un aumento en las últimas décadas, aunque sigue siendo menos visible que la de los hombres.
Este fenómeno refleja una serie de factores sociales, económicos y culturales que han llevado a una mayor incorporación femenina en actividades delictivas, según confirmó Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, a DIARIO EXTRA.
“Lamentablemente hemos confirmado una participación creciente de mujeres en distintos roles a nivel de organizaciones criminales. Esta es una situación que emana de acuerdo con las investigaciones de naturaleza policial”, expresó Zamora.
De igual manera, el jerarca de Seguridad explicó que en el pasado las féminas involucradas en actividades ilícitas eran parejas sentimentales que cumplían roles activos en grupos delictivos, pero que actualmente en el país esto funciona de forma diferente.
“Hoy en día notamos la presencia de mujeres también en la escala jerárquica de grupos criminales y ese es un dato que ha venido en aumento, no podemos hablar de números, porque hay investigaciones en curso, pero sí hay participación de estas que se nota con el paso de los años”, añadió el ministro.
Uno de los casos más recientes se registró este martes 5 de noviembre cuando el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a dos mujeres identificadas como Castillo de 56 años y Patiño de 40 años, como sospechosas de cometer un homicidio.
“En apariencias estas féminas tendrían relación con un asesinato ocurrido el pasado 20 de octubre en finca Anita en Quepos, en perjuicio de otra mujer de apellido Barquero”, explicaron las autoridades.
ROLES QUE DESEMPEÑAN
Este tema preocupa tanto a las autoridades como los expertos en la materia, por ello este medio de comunicación pidió su criterio a Tania Molina, consultora en seguridad y criminología, quien explicó algunos de los roles que desempeñan las mujeres dentro de estas redes ilícitas.
También manifestó que existe una relación entre vulnerabilidad social y la incursión que tienen las féminas con el tráfico de drogas, sin embargo, aclaró que las mujeres no logran conseguir dinero de una forma tan estable como sí lo hacen los hombres.
“En estas dinámicas, la mujer no ocupa normalmente puestos de poder o no acceden a los mismos, sino que están en la parte más frágil de toda la estructura, por lo que es muchísimo más fácil criminalizarlas y encarcelarlas, porque están en los más bajos eslabones. Es muy poco probable que ocupen puestos altos”, detalló Molina.
Asimismo, determinó que se tienen pruebas de que el involucramiento de las mujeres en el crimen está cargado de estereotipos y que se ha visto de manera muy pública una ocasión en que al parecer una femenina asumió como sicaria y ejecutó a una persona.
“A las mujeres en otros países las utilizan más en el procesamiento de las sustancias, las ponen a cuidar el cultivo, a extraer las hojas de coca, es decir, las ponen en ese tipo de cargos dentro de las organizaciones criminales que se dedican al tráfico y al narcotráfico”, agregó.
De igual manera, la experta hizo referencia a que, en el caso particular de Costa Rica, las féminas son usadas en el ámbito de traslado o almacenamiento.
“Acá se da mucho el tema de la utilización de estas como lo que se le conoce como mulas, para distraer o ingresar drogas en centros penitenciarios, para mover estas sustancias en viajes, aeropuertos, convirtiéndolas en utilitarias para trasladar ilícitos en el cuerpo”, externó.
VÍCTIMAS COLATERALES
Por su parte Mario Arias, especialista en delincuencia organizada y anticorrupción, concuerda con el ministro de Seguridad Pública y la criminóloga sobre la participación de las mujeres estas organizaciones.
De igual modo, mencionó que resulta importante destacar la cantidad de víctimas colaterales que dejan los conflictos de bandillas armadas.
Tomando como referencia las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en los últimos seis años, el experto señaló que existe un alza en dicho tema.
“Para el 2021 se reportaron siete víctimas colaterales, en 2022 se reportaron 18 víctimas colaterales, en 2023 hubo 52 víctimas y hasta octubre 2024 se reportan 25, entre mujeres, hombres y menores de edad”, refirió.
De acuerdo con Arias, se debe indicar que un porcentaje de estas personas, y particularmente de mujeres, son asesinadas por estar en el lugar equivocado en el momento incorrecto. “Puede ser que el esposo, novio, amigo o una pareja esté con ella, a la par, y quieran eliminar a este, pero lamentablemente ella está ahí y por ese daño colateral la matan también, aunque no tenía nada que ver con el tema”, agregó.
“Los homicidios relacionados con estas mujeres frecuentemente están vinculados a ajustes de cuentas, por disputas territoriales y conflictos derivados a préstamos como el gota a gota. Esta situación es particularmente preocupante, ya que exponen a las mujeres en un riesgo adicional en un entorno y tradicionalmente dominado por hombres”, agregó Arias.
De acuerdo con el OIJ, de los 61 homicidios reportados hasta el 30 de octubre de 2024, 28 están relacionados con ajustes de cuentas o venganza, 19 son por violencia doméstica, 11 están por determinar, dos fueron por discusiones o riñas y uno profesional.
DATOS
61 homicidios reportados hasta el 30 de octubre de 2024
28 por ajustes de cuentas o venganza
19 por violencia doméstica
11 por determinar
2 por discusiones o riñas
1 profesional
Fuente: OIJ