Según los datos del Observatorio del Envejecimiento y el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD), ambos de la Universidad de Costa Rica (UCR), cerca de 35 mil adultos mayores viven en pobreza extrema y las costas figuran como los lugares más golpeados por dicha problemática.
Según el análisis, este dato se agudiza debido a que se incrementa la retirada del mercado laboral en la vejez, lo cual agrava la vulnerabilidad económica, y en muchas ocasiones las pensiones de los adultos mayores no son suficientes para cubrir las necesidades básicas.
“Un total de 35.272 no tiene recursos para comprar los alimentos más básicos y 154.101 tienen ingresos o consumo per cápita inferiores al costo de una canasta total de bienes y servicios mínimos esenciales, según la medición de Línea de Pobreza (LP).
El porcentaje de la población de 65 años y más en pobreza extrema y no extrema supera en 1,4 puntos porcentuales al resto de la población, lo que destaca la vulnerabilidad económica de las personas adultas mayores”, indica el informe publicado este año.
Muchas veces estos datos se tergiversan, disminuyendo las estadísticas reales de la cruda situación en la que viven los adultos mayores en Costa Rica. Ante esto, los investigadores resaltan la veracidad de estas cifras para tomar acciones sobre el panorama actual.
“Esta es información actualizada y veraz de la realidad que tenemos, porque hemos estado nadando con información disminuida y que no corresponde. Cada ente tiene información que cree real y no es cierto”, aseveró Fernando Morales, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica.
ENVEJECIMIENTO ACELERADO
Así mismo, el estudio también reveló un envejecimiento rápido por parte de la población costarricense, dato que asusta tomando en cuenta que las condiciones no son del todo favorables para este grupo etario.
“En el año 2015, los cantones considerados como jóvenes, con menos del 7% de personas adultas mayores, representaban el 45,12%. Para el año 2020, esa clasificación de cantones jóvenes pasó a ser de 13,41%”, señala el documento.
A pesar del aumento en la esperanza de vida de los ticos, el estudio refleja que este va de la mano con las enfermedades, pues dicha población afirmó que, a pesar de vivir más, ahora tienen menos años de vida saludables, viéndose afectada su calidad de vida.
Dadas las cifras del informe, los investigadores subrayan la importancia de virar como país hacia la población adulta mayor, ya que es uno de los grupos etarios más golpeado durante los últimos años.
“Debemos ir hacia un nuevo rostro del envejecimiento. Tenemos que hacer un esfuerzo como cultura, como país, como sociedad, como familia, como instituciones públicas y privadas, y no hacer de esto un negocio, como pasa desgraciadamente en muchas partes de la sociedad.
Aquí tenemos que promover la inclusión, que las personas mayores estén formando parte y que no las ninguneen, para que nosotros tengamos la posibilidad de que, cuando lleguemos a la edad mayor, nos incluyan y nos respeten; no porque tengo canas, sino porque me lo merezco”, enfatizó el Dr. Morales.
Según la encuesta de hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) efectuada en 2022, el 10% de la población, es decir más de 526 mil costarricenses, son adultos mayores.